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Nahikari Cayado
Viernes, 18 de junio 2021
La duranguesa Nerea Mujika admite que el trabajo de Gerediaga por proteger, investigar y difundir la identidad del Duranguesado no llega a toda la ciudadanía. En la nueva etapa que inicia al frente de la asociación cultural trabajarán por adaptarse a las distintas generaciones. La incorporación de dos jóvenes en la junta directiva, «un perfil que no teníamos», ofrecerá en opinión de Mujika una visión complementaria.
– Dos años más al frente de Gerediaga, ¿qué siente?
– Siento mucha alegría, claramente. Llevo desde 2004 y ahora me esperan dos años muy especiales. ¿Por qué? Porque han entrado dos miembros nuevos que son jóvenes, un perfil que no teníamos por su edad y recorrido. Creo que nos van a aportar una visión complementaria a la que ya teníamos en la asociación eso va a ser muy enriquecedor, estoy segura.
– Entre las nuevas incorporaciones se encuentra Beñat Gaztelurrutia, que ocupará el cargo de gerente. ¿La marcha de Arantza Atutxa ha sido inesperada?
– Sí. A Arantza le ofrecieron un cargo en el área de medioambiente y agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia y entendimos perfectamente su decisión. Lo cierto es que hasta dar con Beñat he estado sin pegar ojo.
– La vinculación de Gaztelurrutitia al mundo de la cultura, ¿ha influido en su nombramiento?
– Fue la propia asociación la que le pidió a Beñat que tomara el cargo. Su carrera profesional siempre ha estado unida al mundo de la cultura y el euskera. Además cuenta con una gran experiencia coordinando proyectos y grupos de trabajo, por ejemplo, como director de Plateruena Kafe Antzokia, donde estuvo muchos años. Tuvimos una estrecha relación y vimos que era un gran gestor. Estos últimos años ha trabajado como técnico asesor de euskera en Elhuyar Aholkularitza. Y además es socio de Gerediaga y vecino de Abadiño. Tiene todo lo que necesitamos, es un lujo contar con él.
– ¿Cuáles son sus aspiraciones en el nuevo mandato?
– Son muchas y debemos ir poco a poco. Como no, entre los principales aspectos se encuentra la Azoka. Todavía está en el aire cómo será su planteamiento. Debemos hacerlo igual que el año pasado, consultando con todos los productores, instituciones, creadores… En definitiva, con todos los que forman parte de ella. Este año parece que la situación se presenta mejor, pero todavía queda mucho, así que hasta septiembre no adelantaremos nada. De todos modos, siempre hay que sacar algo positivo y el año pasado descubrimos nuevas vías para que la cultura llegue hacia las personas gracias a la pandemia. Todo está por decidir aún.
– ¿De qué se siente más satisfecha como presidenta?
– Por un lado, de conocer la comarca del Duranguesado desde otra perspectiva diferente a la académica. Este punto de vista que me ha dado Gerediaga es muy enriquecedor. Y por otro lado, los cambios que hemos vivido. Hemos sabido adaptarnos a todas las circunstancias y novedades, como es el caso de la Azoka del año pasado.
– El trabajo que Gerediaga realiza en la protección, investigación y difusión de identidad del Duranguesado no queda eclipsado con la impresionante Azoka, referente y escaparate de la cultura vasca.
– Exacto. De hecho, así nació Gerediaga. Recogemos recursos de todo tipo, ya sea una fecha, como la del bombardeo, o un edificio como puede ser una ermita. Nuestro objetivo es dar a conocer el patrimonio histórico y cultural que tenemos en la comarca.
– ¿Cree que hay interés entre la ciudadanía por el patrimonio histórico, cultural y social de la comarca?
– Sinceramente creo que ese interés depende de cómo lo difundamos. El formato de cómo se transmite es importantísimo. Es por eso que tenemos que tener en cuenta varios asuntos, y estamos en ello. Estamos adaptándonos a todos los residentes para poder llegar a ellos.
– ¿Qué retos tiene por delante el Duranguesado en defensa de todo ese patrimonio?
– Tenemos varios retos, pero como te digo, el principal es adaptarnos. Cada año sacamos la revista 'Astola' y hacemos varias iniciativas para dar a conocer en lo que trabajamos. Pero la sede la tenemos en Durango, aunque en Astola también tenemos un edificio, pero nos faltan fronteras administrativas. De todos modos, siempre hacemos lo posible por sacar información de todos los municipios, para crear proyectos transversales.
– En pleno proceso participativo para la reapertura de Plateruena, un espacio importante dentro de la Azoka, ¿cómo le gustaría que fuera su gestión en el futuro?
– Lo que tenemos claro es que Durango tiene que volver a sentir vivo el Plateruena. Cuando yo, personalmente, paso por ahí para ir a mi casa y lo veo cerrado, se me hace muy duro. Me vienen muchísimos recuerdos personales. Ahora, si hablamos en general, creo que como una cabecera comarcal que es Durango, Plateruena es un espacio magnífico para la cultura. Ahora vamos a esperar y a ver qué pasa con ese proceso, pero Durango necesita cultura y necesitamos el Plateruena.
– ¿Contará la próxima Azoka con la presencia del Premio Euskadi de Literatura Joseba Sarrionandia?
– Si estuviera aquí, se lo pediríamos. A nosotros nos encantaría que pudiera participar en la Azoka, sería un verdadero honor. Pero no sabemos si estará o si tendrá la agenda disponible para ello.
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