Transformar el antiguo trazado del tren en nuevas zonas verdes, mejorará el mobiliario urbano y el alumbrado. Con este objetivo, el Ayuntamiento de Durango ha dado comienzo a las obras destinadas a la integración de la línea ferroviaria anterior en el entorno urbano de las calles Trenbide y Untzillatx. Estas actuaciones, que comenzaron la pasada semana, tienen como objetivo unir las áreas actualmente divididas por la infraestructura ferroviaria en desuso, promoviendo la cohesión urbana y mejorando la calidad del espacio público.
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El trazado ferroviario de superficie, que durante décadas dividió el municipio, dejó de estar operativo en diciembre de 2012 con la entrada en funcionamiento del tren soterrado. Sin embargo, la huella del paso de este medio de transporte en superficie sigue siendo un elemento de separación en el paisaje urbano.
Con el proyecto anunciado, se procederá a la demolición de los antiguos muros de cerramiento del ferrocarril y de la solera del apeadero en Untzillatx kalea, integrando el espacio en la trama urbana. Además, se crearán nuevas zonas verdes, se instalará mobiliario urbano moderno y se mejorará el sistema de alumbrado público, en línea con los objetivos de sostenibilidad y accesibilidad de la localidad.
La intervención se llevará a cabo con un enfoque comedido, respetando el entorno y priorizando la integración paisajística. Estas obras representan un primer paso hacia la total incorporación de este espacio a la vida cotidiana de la ciudadanía, contribuyendo al desarrollo de un Durango más unido y accesible.
Las obras tendrán una duración estimada de dos meses, finalizarán a principios de febrero, con un presupuesto total de 118.580 euros. El ámbito de actuación abarca las calles Trenbide y Untzillatx, donde se contempla el acondicionamiento de una nueva zona verde que ocupará más de 2.260 metros cuadrados. Estas obras corresponden a las fases 1 y 3 del proyecto de transformación ambiental del trazado del ferrocarril.
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La segunda fase tendrá un coste de 1,1 millones de euros
El proyecto en su conjunto propone un recorrido de aproximadamente 905 metros lineales y 7.487 metros cuadrados, extendiéndose desde la calle Trenbide hacia el este hasta el límite con Abadiño, integrándose plenamente en el tejido urbano.
La redacción de la segunda fase finalizará a finales de este mes y contará con un presupuesto de 1.150.000 euros y está previsto que la licitación de la obra se ponga en marcha antes del próximo verano de 2025 para iniciar los trabajos después del periodo estival.
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La alcaldesa, Mireia Elkoroiribe (PNV), junto a la teniente de alcalde, Jesica Ruiz, (PSE) y la responsable jeltzale del departamento de Urbanismo, Sara Oceja, han subrayado que «es uno de los proyectos estratégicos» de su programa de gobierno. «Comenzamos a colaborar de forma sucesiva con ETS, en abril de este año firmamos el convenio de cesión del trazado, después terminamos el proyecto, en septiembre pusimos en marcha la licitación de las obras y ahora sí que llega un momento importante para la ejecución de las mismas», subrayaron.
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