Durango lanza el concurso literario Julene Azpeitia

Este certamen lleva el nombre de Julene Azpeitia. Nacida en Zumaia en 1888 y fallecida en Bilbao en 1980, Azpeitia se destacó por su compromiso con la educación y la cultura vasca, trabajando incansablemente por su difusión tanto en Euskadi como en el extranjero. Su legado continúa inspirando a generaciones futuras a mantener viva la lengua y cultura vascas.

«Con la organización de la competición, el Ayuntamiento busca no solo honrar la memoria de una figura emblemática en la historia de la educación y la cultura euskaldun, sino también incentivar a los más jóvenes a expresarse creativamente en euskera. Este evento refleja el compromiso de la localidad con la promoción de esta lengua, alineándose con los esfuerzos históricos y contemporáneos para su normalización y difusión», recalcan las fuentes municipales.

La escritora, tras obtener el título de maestra, ejerció primero en Aizarnazabal para pasar posteriormente a las Ikastolas de Bizkaia. La enseñanza fue su profesión preferida, «aunque naciera mil veces, siempre sería maestra», comentaba a menudo. En 1916, tras contraer matrimonio, fue a vivir a México y estando allí, en 1918, comenzó a escribir en euskera.

Tras permanecer cuatro años en el extranjero, decidió volver al País Vasco. Ejerció de maestra en las escuelas de barrio de Mendiola y Traña (Abadiño) de 1922 a 1936. Tras la Guerra Civil sufrió innumerables castigos: «muchos años sin Ikastola, seis años en un pequeño pueblo de Burgos… Ahora vivo con mi marido en Durango». Esto lo escribió Julene en 1961. En aquella época vivía en la zona de Juan de Itziar en la villa, alejada de la enseñanza y dedicada a escribir en euskera.

En reconocimiento a su contribución a la educación y la lengua vasca, el Consistorio inauguró en 2004 la guardería Julene Azpeitia Haur Eskola, reafirmando su apoyo a la enseñanza y uso del euskera desde las primeras etapas de la vida, con la idea de unir «los niños y esta lengua». «Puesto que, al igual que Julene, pensamos que son los niños el motor y la esperanza de futuro de nuestro idioma. En estos tiempos en los que tanto se habla de normalización lingüística, no podemos olvidar que hace más de medio siglo Julene Azpeitia ya nos hablaba de ello muy en la línea de lo que se dice hoy», recalca la web municipal.