Diputación realiza hoy 756 cribados de trabajadores de 25 residencias y centros de día del Duranguesado y Lea Artibai en el Elkartegi de Durango. LUIS ÁNGEL GÓMEZ
Cribado en Durango

«En noviembre entró el virus en nuestra residencia y dejó 27 positivos, sin los cribados hubiera sido peor»

Un total de 756 profesionales de 25 residencias y Centros de Día del Duranguesado y Lea Artibai acuden hoy al Elkartegi de Durango para realizarse una nueva PCR preventiva

MANUELA DÍAZ

Durango

Jueves, 14 de enero 2021, 14:09

Un total de 756 profesionales de 25 residencias y centros de día de Durangaldea y Lea Artibai pasarán a lo largo del día de hoy por el Elkartegi de Durango para realizarse una nueva PCR dentro del dispositivo preventivo que la Diputación foral de ... Bizkaia lleva a cabo desde el mes de julio para la detección de asintomáticos. Algunos como Aritz Mentxaka, trabajador en el Centro Asistencial Zumelegi de Elorrio, que acudió a primera hora de esta mañana sumaba ya una decena de pruebas, algo que en su opinión es «necesario». Buena parte de ellos, ya han recibido la primera dosis de la vacuna Pfizer junto a todos los residentes.

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La situación que viven sendas comarcas con Amorebieta-Etxano, Otxandio, Zaldibar, Isparte, Markina con una tasa que supera los 500 positivos por 100.000 habitantes y un Durango a las puertas de sumarse a la lista de municipios confinados, inquieta a la Diputación. «Nos preocupa esta fotografía y el riesgo es elevado, de ahí la importancia de estos preventivos, porque sabemos que cuando la incidencia en la comunidad es alta, el riesgo crece en las residencias», apuntó el diputado de Acción Social, Sergio Murillo, durante su comparecencia esta mañana frente al Elkartegi. Se trata del decimoquinto dispositivo comarcal para residencias y centros asistenciales llevado a cabo en seis meses que ha dejado un balance de 21.000 PCR entre trabajadores y 260 positivos de asintomáticos.

«Nariz perforada»

La preocupación y el llamamiento a la responsabilidad de la comunidad que ha trasladado Murillo, ha contado con el apoyo de los trabajadores que, bajo cita previa para evitar aglomeraciones, han acudido a Durango para hacerse la prueba. “Tenemos que extremar las precauciones porque el trato con los usuarios es muy estrecho y hay que tomárselo en serio”, apuntaba Aritz Mentxaka. Zumelegi, que apenas ha registrado un contagio en el inicio de la primera ola, ha comenzado esta semana las vacunaciones, aunque a Mentxaka no le llegará su turno hasta el día 25.

Según Murillo, "el riesgo cero no existe" por el propio cuidado que requieren los usuarios de los centros. «No podemos negarles un abrazo, son personas que necesitan un trato más humano y cercano, más cuidados, y ahí es dónde surge el riesgo», apuntaban las duranguesas Ziortza Balanzategi y Judith Álvarez. Estas dos trabajadoras del centro Gorabide de Ondarroa son conscientes de la situación que vive Durango y aseguran que se cuidan «más de lo normal y llevando las medidas de protección al extremo». Y aunque dicen tener «la nariz perforada» de tanta PCR, no ponen en duda su efectividad a la hora de frenar el virus. En su caso, el centro Gorabide de la localidad costera no ha registrado ningún positivo durante la pandemia.

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Ese no es el caso de Abeletxe en Ermua, una de las residencias con mayor afección en la primera ola que dejó la dramática cifra de medio centenar de muertes por coronavirus. «Fue muy duro pero ahora parece todo controlado, cada mes nos hacen una PCR», admitió Wilfredo Barrios. Cocinero en la residencia ermuarra recibió ayer la vacuna de Pfizer. Dentro de 21 día recibirá la segunda dosis y tendrá que esperar otra semana más para quedar inmunizado. Aunque admitía haber tenido algo de miedo por los posibles efectos, se siente «más tranquilo» tras probar la primera dosis.

27 positivos

Leire Iriondo de la residencia Oizpe en Munitibar, se vacunará la próxima semana en Galdakao, aunque los usuarios y un primer grupo de trabajadoras ya lo hicieron ayer. Iriondo no tiene la menor duda de vacunarse y está convencida de su eficacia «al 100%, como en cualquier otra vacuna". «En noviembre entró el virus en nuestra residencia, sin los cribados hubiera sido peor», apuntó. Ella fue uno de los 27 positivos que se detectaron entre los gerocultores del centro y personas dependientes. «Apenas tuve síntomas y por suerte no hemos tenido ningún caso grave, ahora está todo tranquilo y estas pruebas contribuyen a que tengamos garantía de que siga siendo así, porque el riesgo cero no existe», señaló.

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