Colegios, padres, asociaciones y clubes deportivos unen sus fuerzas por la seguridad en Durango

Colegios, padres y madres, asociaciones, clubes deportivos y representantes políticos de Durango, agrupados en torno al Foro de la Educación, han publicado un documento para establecer los ejes fundamentales que deben regir la enseñanza y la convivencia en la villa. El trabajo, que ha sido diseñado con el objetivo de sentar las bases de un municipio inclusivo, seguro y respetuoso, recoge diez puntos.

Así, Durango se compromete a ser un lugar acogedor para todas las personas. Los artífices de la iniciativa también quieren promover la conservación del patrimonio cultural, histórico y lingüístico, al tiempo que se vela por la preservación de la naturaleza y el respeto por la identidad del otro.

«Queremos mejorar la educación dentro del pueblo. Hemos establecido un decálogo y lo que pretendemos es que sus conclusiones lleguen ahora a toda la población, distribuyéndolo en puntos estratégicos como son los centros educativos, con el deseo de que los vecinos lo conozcan», subrayó el concejal de Educación y Participación Ciudadana, Asier Perugorria (PNV). Un trabajo, abunda el edil, que hace hincapié en el lenguaje respetuoso, el buen trato y la educación en valores. «Hay que empatizar con la otra persona e incluir a los de fuera en la localidad», prosigue.

Velar por la dignidad de las personas lleva aparejado conducirse con justicia y rechazar conductas inadecuadas. El apartado de los buenos tratos es esencial, buscando la inclusión independientemente del origen y creencias. La empatía, el lenguaje respetuoso, desterrar el acoso y la violencia verbal, y el reconocimiento de la diversidad, aceptando a los demás tal y como son y respetando sus opiniones, son las líneas maestras que vertebran esta iniciativa. La solidaridad y la ayuda a quienes más lo necesiten, junto con el fomento de la sostenibilidad y de los hábitos saludables, son otros de los aspectos más relevantes del documento.

Para Daniel Irazola, director de Maristak Ikastetxea, este decálogo es fruto de una colaboración entre diferentes agentes «que participamos en el desarrollo de la sociedad», profesionales que «ponemos en común nuestros pensamientos con el objetivo de trabajar todos a una». Opiniones que pueden ayudar a establecer sinergias que sean provechosas y que permitan alumbrar «una sociedad mejor».

«Durango cuenta con varios grupos de trabajo desde los que se plantean iniciativas transversales, uno de ellos es el grupo con el nombre «Durangoko Hezkuntza foroa». Este grupo reúne a la mayoría de los agentes educativos, deportivos y políticos de Durango. Una de las actividades de este foro ha sido la elaboración colaborativa de un decálogo que nos permita tener un marco de conducta que favorezca la convivencia en todos los ámbitos de nuestra sociedad. El objetivo compartido es crear consciencia sobre los 10 elementos del decálogo (respeto, tolerancia, solidaridad, inclusividad, ….) y colaboración para actuar siguiendo dichos parámetros«, prosigue.

«Maristak Durango, está plenamente comprometido con el trabajo sobre este decálogo. Junto al resto de los agentes hemos participado en la elaboración del decálogo y seguiremos impulsando la creación de una sociedad que actúe en base a dicho decálogo. Esta actividad ha permitido que diferentes agentes que participamos en la creación de una sociedad actual y futura, alineemos nuestros pensamientos y nos permita trabajar todos a una. Me parece que puede crear un efecto sinérgico muy provechoso a favor de una sociedad mejor«, manifiesta.

«Explicándolo con un ejemplo, si todo los agentes somos capaces de hacer una interpretación común sobre por ejemplo, el respeto. A través del decálogo y de nuestra acción en el aula o en el deporte, lo transmitimos al alumnado del duranguesado de una manera sincronizada. Estamos creando una consciencia y empoderamiento sobre cada elemento, y desde ahí, estamos creando una sociedad más humana», detalla.

La responsable de San Agustin Kultur Gunea, Arantza Arrazola, es de la misma opinión. «Es una muy buena idea pensar y concretar cómo queremos que sea el pueblo en el que eduquemos a las futuras generaciones», puntualizó. Los diferentes colectivos quieren impulsar promover la participación activa y el trabajo en equipo. También celebrar juntos los logros de la comunidad, mediante un ejercicio de buenos valores dentro y fuera del municipio.

«En el desarrollo de este decálogo, hemos participado distintos agentes de Durango: educativo, cultural, deportivo e instituciones públicas. Refleja lo que pretende ser como pueblo, no solo a nivel de relaciones siempre respetando la diversidad y poniendo en valor lo que somos, teniendo en cuenta nuestros valores y los orígenes. Otros valores como la sostenibilidad y el cuidado del entorno también son destacados», subrayó Urko Rodríguez, director de la Ikastola Kurutziaga.

Ondarrutarra de nacimiento y residente en la villa durante una década, considera que este pueblo «está bien organizado». «Se está adaptando a las nuevas situaciones como la emigración y tiene una oferta cultural y de servicios muy atractiva como referente de comarca. Durango está muy bien y tiene una oferta educativa buena y un potencial importante respecto a la transformación de cara a los terrenos del centro de la localidad. Tiene mucho potencial, como Durango hay pocos pueblos que tendrán esta suerte», prosiguió.

«El deporte aporta valores muy positivos y a través de ellos, puedes mejorar una sociedad, desde pequeños. Todos los niños de Durango están apuntados en alguna disciplina deportiva. El respeto, la colaboración, el cuidar al compañero y hacer equipo, valen para enseñar y educar a los mayores también», subraya Jone Aizpurua, de Mugarra Triatloi Taldea.

«Hemos estado dos años asistiendo a las diferentes sesiones. En un principio, era para cómo hacer que los jóvenes adolescentes de Durango se entretengan en su tiempo libre y darle opciones. Se ha trabajado la cultura y hemos estado trabajando también el deporte, sacando esta actividad a la calle, organizando los fines de semana algo relacionado con la práctica física. Se trata de un decálogo de buen comportamiento para todos los jóvenes durangarras», explicaron desde el Tabirako Baqué.

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