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Y. Ruiz | N. Cayado
Domingo, 10 de octubre 2021, 02:49
La segunda jornada de las 'no fiestas' en Durango ha comenzado animada desde primera hora de la noche. Centenares de jóvenes de distintas localidades tanto de Bizkaia como de Gipuzkoa se han acercado en tren hasta la villa. «Los vagones han venido llenos», confirman media ... docena de guardas de seguridad a la entrada de la estación sobre la una y media de la madrugada. El servicio se mantendrá toda la noche con frecuencias cada dos horas. «A partir de las dos y media comenzarán a desfilar los más jóvenes, a ver cómo van viniendo», comentan ante una noche que se presenta agitada.
A pocos metros, una ambulancia de la Cruz Roja asiste a una persona con problemas por la ingesta de alcohol. Reconocen que ya han atendido algún que otro caso, pero aún así aseguran que la noche de momento está siendo tranquila en este sentido. Se encuentra en el centrico parque de Ezkudi, donde hasta esa hora prácticamente se había convertido en un herbidero de jóvenes de botellón, que se ha expandido por el centro de la villa. El pórtico de Santa María y la plaza de Santa concentran a numerosas cuadrillas de jóvenes, provistos de bolsas de litronas. Campan y beben a sus anchas. Las mascarillas brillan por su ausencia, al igual que la presencia de agentes de la Policía Municipal.
Goienkale, la calle de poteo de la localidad, está atestada de gente y parece haber recuperado una absoluta normalidad. Apenas se ven mascarillas, incluso en el interior de los establecimientos hosteleros. Varios de los presentes admiten que «había muchas ganas de volver a ver este ambiente». Aunque los menos, también los hay que han querido mantener la tradición de vestirse de azul y blanco y, como no, colgarse al cuello el pañuelo azul que caracteriza los 'Sanfaustos'. «Aunque sean 'no fiestas', estas fechas son importantes para nosotros, aunque echamos mucho de menos las txosnas y las vaquillas. Ademas, por fin podemos juntarnos la cuadrilla entera y pasarlo bien», comentaban antes de acudir a un restaurante del casco viejo pra disfrutar de la cena.
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Un grupo de diecisiete amigos de Lemoa también se ha acercado a la villa en tren, que aseguran ha venido «a tope». «Teníamos ganas de juntarnos todos, hacer una cena y poder salir de fiesta por fin, después de más de un año. Así que aprovechando las fiestas, hemos decidido venir a Durango».
Los hosteleros también están a tope de trbajao. «Teníamos ganas de volver a notar este meneo. Pero hay más gente de lo que pensábamos. Lo que no sabemos es donde se meterán todos cuando cierre Goien», comenta uno de ellos.
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