Luis Ibañez posa junto a su última creación, inspirada en la localidad de Garai N. CAYADO

Los belenes de Luis Ibañez que decoran Durango

El artesano durangués lleva cerca de tres décadas acercando el espíritu navideño a los escaparates de la villa con su ruta de nacimientos

Jueves, 28 de diciembre 2023, 12:06

La Navidad en Durango no se puede entender sin los belenes de Luis Ibañez. El artesano lleva cerca de treinta años elaborando nacimientos de los más originales, recreando paisajes del entorno. Su última creación se ha inspirado en la pintoresca localidad de Garai. Las verdes montañas, sus casas de piedra y el majestuoso Consistorio, que data de 1850, envuelven el portal que este año decora la panadería Ogien Artean, ubicada junto a la basílica de Santa María. «Es un paisaje muy bonito, que siempre me ha llamado la atención. Saqué una foto y lo recreé paso a paso», explica al artista a EL CORREO.

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El brillo de sus ojos mientras contempla este belén vasco es reflejo de la pasión que el artesano siente por lo que hace. Lo ha diseñado a base de poliespan de diferentes densidades, plásticos, ramas, arcilla… Y no le falta de nada. Una baserritarra baja del monte su ganado mientras que los niños juegan ante el Olentzero, que con pipa en boca, aguarda un gran saco de juguetes a su izquierda. Al otro lado, un aldeano, acompañado de sus ovejas y el perro pastor, pasea junto a la colorida huerta, repleta de verduras y protegida por su espantapájaros, justo detrás de un aizkolari. Todo esto ocurre mientras que San José, la Virgen María y el Niño Jesús, ocupan un lugar privilegiado en una casona, bajo un pajar. «Todo lo he hecho yo a mano, excepto una figura, la de la lavandera. Todo lo demás es creación mía», destaca. Elaborarlo le ha llevado nada menos que 3 meses, «unas 400 horas», pero el resultado es impresionante. Son pocos los vecinos que no dedican, al menos unos segundos, a admirar cualquiera de sus nacimientos. «Siento una satisfacción enorme cuando veo que la gente se acerca a mirarlos, y veo que les gusta.. Eso es mucho para mí. Para eso saco mis creaciones a la calle, para que la gente pueda disfrutar de ellas», subraya este riojano afincado en Durango desde hace décadas.

Diez paradas

Así, el clásico establo a medio derruir y su pesebre, han desaparecido para abrir paso a símbolos arquitectónicos como el pórtico de Santa María, el Ayuntamiento, Santa Ana, la ermita de Madalena, la calle Kurutziaga de Durango, el Calvario de Urkiola o varios caseríos de la comarca, entre otros. Buena parte de estos conjuntos, que le han hecho valedor de nueve premios (tres primeros, tres segundos y tres terceros) en el prestigioso concurso de belenes de Bizkaia, se pueden ver hasta el 7 de enero en la ruta de belenes que incluye diez paradas en escaparates y establecimientos de la villa.

Quien se acerque podrá apreciar también su faceta recicladora. En la librería Etxebarria, por ejemplo, un libro abierto acoge el nacimiento, bajo un puente cubierto de nieve y un río helado por las bajas temperaturas. Es una recreación de un libro que Ibañez tenía de pequeño, en el que según se abrían las páginas, las figuras sobresalían de él. Una antigua televisión, por otro lado, acoge en su interior un nacimiento, tal y como se puede ver en Durangaldeko telebista. Una pequeña postal navideña «tridimensional» que muestra un pueblo nevado de las montañas ocupa el hogar del jubilado de Durango, mientras que en la cafetería del mismo edificio, se puede ver el nacimiento que emplaza en la ermita Madalena de Durango. En la carnicería Astigarraga, por otro lado, la ruta ofrece un nacimiento en un caserío del barrio Orobios de Iurreta, mientras que figuras de gran tamaño son las que forman el belén de Boutique Delma. A unos metros de distancia, la pastelería Gozatu y la papelería Folder acogen un belén clásico, al igual que lo hace este año el museo Kurutzesantu, donde Ibañez hace gala de su precisión para diseñar los pueblos hebreos.

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