La industria y el tráfico, pero sobre todo los bares, la recogida de basuras y la limpieza de calles, son los principales focos de contaminación acústica de Durango, según recoge el mapa del ruido de la localidad. El proyecto, que se encuentra en la elaboración ... de un plan de acción que estará listo para finales de año, se llevó a cabo mediante un proceso participativo con más de 600 personas, principalmente por vía digital y entrevistas en la calle.
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Según las principales conclusiones que se muestran, los bares, las terrazas, la recogida de basuras y la limpieza de calles son, con un 69%, la principal fuente de ruido en la localidad, siendo el casco histórico donde más molestia se registra, sobre todo los fines de semana y en horario de tarde y noche. De hecho, es el tema que mayor interés recibió y al que le siguen de cerca las discotecas, las fiestas, las ferias, y los ruidos de personas vecinas. Según explicaron, el mayor problema que generan está relacionado con la dificultad de dormir y la conciliación del sueño.
El ruido creado por el tráfico es el segundo aspecto que más incomoda a los durangueses. Para el 61% del conjunto de participantes, una cuarta parte proviene de él, siendo el principal responsable el tráfico rodado (automóviles, camiones, autobuses y motos). Seguidas de éste, se encuentran las bocinas y sirenas (16%) y las motos (15%), estas últimas señaladas como el vehículo más ruidoso. Los puntos de mayor exposición se concentran en las proximidades de las vías municipales con mayor intensidad de circulación (por ejemplo, la glorieta en la que confluyen las vías Fray Juan de Zumárraga, Alluitz y Ambrosio Meabe) y las vías con una velocidad de circulación superior a 30 kilómetros por hora, como en las proximidades de las carreteras N-634 y BI-3336. Asimismo, «entre el 57% y el 82% de quienes participaron consideraron que este ruido no molesta o lo hace ligeramente en función de los horarios o días».
Entre las aportaciones registradas en el proceso, el ruido de la industria fue el tema que menor interés generó. Para los durangueses, su sonido supone un 7% de molestia, si bien las conclusiones muestran que afectan a la población que vive en el entorno de algunos de los talleres (47%) o industrias grandes (53%). «La sensación recogida es que actualmente, para el 73% de quienes participaron, esta fuente de ruido no molesta o lo hace ligeramente. Solo para el 6% lo hace extremadamente», si bien la cifra aumenta cuando están en sus casas leyendo, estudiando o intentando conciliar el sueño (16%).
En cuanto a las zonas tranquilas, situadas en el parque Otomotzena o San Ignacio, entre otras, en el diagnóstico se observa «una clara necesidad de mantener las existentes y cuidarlas para que lo sigan siendo». También se demandan más zonas como éstas en otros puntos de Durango, como en el entorno de la ermita de Madalena, el Casco Viejo, o en ella zona de los colegios de Jesuitak y San Antonio.
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Una vez elaborado el mapa del ruido, el Consistorio busca ahora profundizar en la realidad del casco histórico, sus molestias de ruido y fuentes de origen (hostelería, limpieza, carga y descarga, eventos o fiestas, entre otros). Es por ello que ha convocado este martes una reunión con los vecinos de la zona. Los que no han asistido podrán rellenar los cuestionarios que se han buzoneado y que se deberán entregar en el SAC antes del 21 de noviembre. Además, también pueden solicitar entrevistas telefónicas llamando al Ayuntamiento.
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