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Todo comenzó en un comercio de Bellas Artes enfrente de Santa María en Durango. Así surgió la Asociación Artística del Duranguesado en 1990, que se ha convertido en un referente para pintores jóvenes y mayores y que este año sopla 35 velas.
«Hacía marcos y venían muchos artistas aficionados a mi tienda y conocí a muchos de ellos. Era un lugar de tertulia y encuentro de la pintura. Todos coincidíamos en que no teníamos ningún sitio para exponer en Durango la gente aficionada y luchamos para tener un espacio- Yo me paraba a hablar con todos ellos y gracias a una amiga llamada Isabel Peralta y que pintaba también, decidimos poner en marcha una asociación que abarcase a toda la comarca. En aquel momento, la sala de Ezkurdi llevaba pocos años y estaba el Museo de Arte e Historia en Durango. La asociación comenzó en 1990 tras un proceso arduo y las primeras reuniones fueron en mi tienda», rememora Jose Luis Martinez de Antoñana, miembro de la asociación y presidente durante 22 años.
Una decena de personas comenzaron en los orígenes del colectivo, pero no fueron sencillos a la hora de ubicar la sede. La entidad bancaria Caja Laboral les dejó un local en el barrio de Madalena y comenzaron a reunirse y exponer las obras. Después, el Ayuntamiento le ubicó en los soportales de San Agustín Kultur Gunea y al constituirse como asociación, les empezaron a hacer caso. «Tuve que cerrar muchas veces la tienda para reunirme con las fuerzas municipales. También pasamos por la sala de los jubilados, hasta ubicarnos en Ezkurdi fue increíble. Hoy en día, nos hemos convertido en un referente y lo estamos consiguiendo, con cada vez un mayor movimiento de personas«, prosigue.
Hoy en día, organizan tres concursos artísticos todos los años. El de 'Villa de Durango'-que ha alcanzado su XIV edición- ha recibido cuadros de pintores de Madrid, Barcelona, Sevilla, Santander, Brasil o Argentina. En el concurso infantil interescolar alcanzaron a 1.500 artistas en uno de los últimos certámenes y también organizan el dirigido a jóvenes (12 a 18 años), en el que el último año alcanzaron a medio centenar de personas. Después, exponen muchas de las obras en el museo de la localidad y en la sala de exposiciones de Ezkurdi, reuniendo la pintura y las manualidades.
Otro de los miembros es Rafa Peñafiel. «Me incorporé a la asociación en el año 2009. La asociación nos ha permitido disponer de un local, cedido por el ayuntamiento, donde poder exponer nuestras obras, desarrollando un proyecto de apoyo a los artistas del duranguesado. Nos permite conocer los distintos estilos y modalidades artísticas (pintura, escultura, fotografía, arte digital, etc) aunque la mayor parte de los 58 socios actuales, se dedica a la pintura. Además de las exposiciones individuales, organizamos intercambios con otros colectivos de la zona, desplazándonos a otras localidades e intercambiando exposiciones colectivas con ellos. Hemos llegado a alcanzar la participación de más de 1000 niños, que serán los futuros artistas de la localidad. Es impresionante ver cómo están esperando que lleguemos a recoger sus trabajos, y la asistencia a la sala de ezkurdi, acompañados de sus padres y abuelos», prosigue.
Taller municipal con la pintura «como terapia»
Además, cerca de 50 vecinos de Durango practican este arte dos días por semana en el taller municipal dirigido por Fernando Vicente. Una de las duranguesas que más tiempo acumula practicando este arte es Carmen Merayo. «Llevo unos 30 años pintando en el mismo taller. Lo que más me gusta es hacer cosas bonitas; pasar de un lienzo en blanco a dibujar, luego dar colorido... El resultado me satisface enormemente. Me encanta dibujar y pintar desde siempre», manifiesta, antes de reconocer que tras haber hecho muchos retratos, ahora se centra más en los paisajes. «Pinto al óleo, con acrílicos y hago acuarelas. Los dos últimos años voy los martes y jueves de 19.00 a 21.00 horas. Es una técnica muy limpia y rápida, se consiguen cosas muy bonitas. He pintado un jardín y también una casa antigua muy vieja con puertas y ventanas», detalla.
La vicepresidenta de la Asociación, Vega Asensio, ha sido una de las últimas en incorporarse a la junta directiva. «Conocí a la Asociación Artística del Duranguesado hace aproximadamente 14 años, cuando coordiné junto con Idurre Ormaetxea el proyecto «Arte por un mundo más justo». Este proyecto tenía como objetivo ayudar a una asociación de mujeres en Mozambique. Se nos ocurrió que una buena forma de contribuir sería invitar a los artistas del Duranguesado, tanto de la asociación como independientes, a crear obras de arte que luego se vendieron. Los beneficios recaudados fueron destinados a la asociación en Mozambique. Además, generamos postales de estas obras, que se vendieron directamente en el país para seguir apoyando la causa», subraya.
«Aunque mi formación es en biología y llevo muchos años trabajando como ilustradora científica, tardé un tiempo en unirme formalmente a la Asociación. Hace un par de años finalmente di el paso y, desde hace un año, formo parte de la junta directiva. Para mí, la Asociación Artística del Duranguesado es una ventana abierta a la ciudadanía, que permite descubrir el arte que se crea en nuestra comarca. Creo que todos los miembros de la asociación, y especialmente quienes forman parte de la junta o exponen sus obras, son trabajadores al servicio del pueblo. Su labor a través del arte busca enriquecer y ayudar a nuestra comunidad», confiesa.
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