Los padres de Alex buscarán la segunda opinión de otros médicos en Suiza y Rumanía

La madre de Alex, que viajó desde Alemania nada más conocer el estado de su hijo, le visita cada día en la UCI. «Le ha visto cómo abre los ojos y cambia la mirada, también abre la boca y en ocasiones mueve una pierna», describe un allegado de la familia. Para la mujer, que todavía vive con la esperanza de que su hijo acabe recuperándose, esos movimientos son un claro síntoma de mejoría. En cambio, los médicos les han informado de que el paciente no muestra una evolución positiva.

El pasado viernes, los padres de Alex recibieron la peor noticia posible. El joven «no saldrá del coma, se va a morir sí o sí», les comunicaron. «Tiene cero posibilidades de curarse», lamentaron. El chico, que permanece en coma desde que sufriera la brutal paliza el pasado 25 de julio, no ha evolucionado. Recibió tales golpes en la cabeza que parte de su cerebro «está muerto».

El joven permanece en la UCI del Hospital de Cruces, pero será subido a planta en los próximos días para no regresar ya a la Unidad de Cuidados Intensivos. Es decir, que Alex ya no tendrá una monitorización continua. Después será trasladado a un centro de larga estancia, posiblemente al Hospital de Gorliz, según explicó su familia. Una circunstancia que ocurrirá «si le aguanta el cuerpo pero, según dicen los médicos, puede que no resista su organismo y que se muera antes», precisaron su allegados.

El joven fue apaleado por un grupo de jóvenes, en su mayoría pertenecientes a la banda juvenil 'Los Hermanos Koala' (LKH). La Ertzaintza ya ha detenido a 16 personas, de las cuales la mitad son menores de edad. El juzgado de Durango ha enviado a prisión a siete de los ocho adultos -uno de 38 años debe comparecer ante el juzgado cada mes- y la Fiscalía de Menores ha decretado el ingreso en centros especiales a seis de los ocho arrestados que no habían cumplido aún los 18 años.