«Antes de abrir la tienda, ya había gente esperando para poder comprar»

«Tienen una gran acogida y la fecha es muy buena porque si hubiese sido antes el comercio hasta noviembre suele estar parado, ya que el mes de octubre suele ser una época muy mala para los comerciantes. La gente ahora adelanta un poco las compras de navidad y se lleva ollas y aprovecha los bonos. Para nosotros es algo muy positivo», reivindica Olatz Sasuategi de la Ferretería Zornotza que confiesa que al poder combinar los bonos locales del Consistorio 'Amorebonos' con los de la Diputación es «algo muy goloso» para el cliente. «Aunque tengamos que adelantar nosotros el dinero, sabemos que al final vamos a cobrar y merece la pena. Es una venta fija», añade.

Cada persona mayor de 16 años podrá utilizar hasta cinco bonos en diferentes compras y el descuento se hará en cada establecimiento sin necesidad de adquirir el bono previamente.

Otra de las comerciantes, recalcaba que la gente suele estar esperando con gran expectación este primer día. «Con la luz apagada, ya había vecinos en la puerta intentando entrar. A primera hora de la mañana, ha sido un 'boom' y hemos estado a tope y esperamos estarlo también por la tarde. Hemos vendido calzado de caballero de la marca Timberland y de señora zapatillas y botas. Solo nos duran un día y esperamos tener todo agotado para las 18.00 horas. En junio y en septiembre también nos hemos beneficiado de los bonos del ayuntamiento, pero cualquier ayuda es bienvenida. Con el cambio del tiempo, la gente se anima y este mes esperamos conseguir ventas, tras haber estado con sandalias hasta el 20 de octubre», confesaba Mariasun Etxebarria, que regenta una zapatería.

Las tiendas de ropa locales se encuentran con los preparativos para la próxima campaña de navidad, con la esperanza de vender bastantes productos. «Los primeros días suele haber mucho movimiento. Ahora mismo, en la época de crisis que estamos, a la gente le viene muy bien estos bonos, se ahorran bastante dinero y están bastante atentos. La cantidad de bonos (cinco por persona) que nos dan no es mucha y suelen volar. Ahora tenemos los bonos locales también y nos benefician», explica.

«Con Euskadi Bono Denda llevamos desde la pandemia y es una ayuda para el comercio local, que estamos afrontando una situación mala. Para los autónomos es una situación complicada y las tiendas pequeñas de pueblo tendemos a morir, debido a las grandes superficies y el auge de las compras online, que nos está haciendo muchísimo daño y no hay nadie quien lo frene. En otros países, sí que lo están haciendo» subraya Ana Intsausti de la tienda de ropa Kapi.

Las tiendas de lencería y cosas para bebés también sintieron una gran acogida por parte de los clientes el primer día. «La gente se ahorra diez euros por cada 30 euros de compra y nos ayuda bastante. En nuestro caso, lo uniremos con el Black Friday de finales de mes y la gente se anima a comprar cosas siempre que haya descuento. Los clientes aprovechan para comprar pijamas y ropa interior», asegura, antes de recalcar que en el mes de octubre debido al buen tiempo que ha hecho no han tenido muchas ventas. «Noviembre y diciembre son buenos meses y tenemos que aprovechar», recalcaba Eguzkiñe Ojanguren de la tienda Los Chicos, mientras atendía a una clienta que se había llevado varios pijamas.

La visión es algo muy importante en el ser humano y algunos vecinos acudían a comprar gafas y a regularse la vista al Instituto Óptico Auditivo de la localidad. «Acabo de hacer tres pedidos. Funcionan muy bien y la primera clienta que ha entrado esta mañana ha adelantado una compra para poder aprovechar los bonos. Normalmente, la gente pide lentillas y también se hacen unas gafas adecuadas o de cara a navidad, algunos también regalan a sus amistades gafas de sol. Nos vienen muy bien estos bonos porque vendemos mucho, tanto para el público general como para el comercio» explica la dependienta Eguzkiñe Garai, del centro de visión.

Los productos ecológicos cobran una gran importancia a día de hoy. Es por ello que Virginia Irazola, con su tienda, recalcaba que «todos los bonos locales y de Diputación son bienvenidos». «Los productos más vendidos son los específicos y el aceite por su encarecimiento. Es una manera de activar la venta en comercio pequeño porque la situación es complicada. Con los bonos locales pagando diez euros, te dan cinco. La alimentación ha subido y los clientes tienen miedo. Después, la sequía y las inundaciones producidas nos han repercutido en los cítricos que hemos empezado a vender con un mes de retraso. Tampoco tenemos castañas ni nueces» asegura.

La dueña de la ropa Irinai, Amaia Guruziaga, valoraba con satisfacción el primer día de ventas. «Tengo todo a tope. Hace años, cuando comenzamos con los bonos, la gente no estaba enterada. Pero ahora sí, sobre todo la joven y también los clientes mayores que les informo para que se beneficien de esta ayuda. Cada vez se informan más porque lo anuncian en los medios de comunicación y la gente está al tanto», exclamaba en esta iniciativa que se puso en marcha a raíz de la pandemia para incentivar el consumo. «Nos dan un número limitado de bonos, que cada vez son menos y en un par de días se me van a agotar. Mañana y pasado vamos a estar con mucha carga de trabajo», concluye