Los dueños de Moma recurren ante los jueces y el Ayuntamiento el cierre de un año

Luis Ángel Rodríguez, uno de los dos propietarios de la discoteca Moma, confirmó este viernes a este periódico que ha recurrido la orden de cierre de un año decretada por el Ayuntamiento por la acumulación de cuatro expedientes al exceder el tope legal de ruidos. Los empresarios han presentado sendos recursos ante el Consistorio y los jueces y confían en que los tribunales revoquen una orden que juzgan «totalmente injusta y extremadamente agresiva».

Rodríguez interpreta que la Corporación incurre en un «gravísimo error» al fijar el nivel máximo de decibelios permitido en el hotel contiguo a la sala de fiestas de Rodríguez Arias «como si fuera una vivienda particular en vez de lo que es, un hotel. Si encima de la discoteca hubiese viviendas, nunca hubiésemos hecho la inversión que hicimos. Lo miramos todo y muy bien», subraya Rodríguez, que advierte sobre las «terribles» consecuencias económicas que conllevaría la clausura de Moma durante un año. «Si fuera así, nos conduciría a la ruina. Hemos invertido muchísimo dinero gracias a los millonarios préstamos recibidos y las ayudas de nuestros padres. Por no hablar de los más de 20 empleos que generamos», destacan.

La clausura decretada por el área municipal de Movilidad y Sostenibilidad, dirigido por la socialista Inés Ibáñez de Maeztu, entrará en vigor a las 00.00 horas del próximo martes y se prolongará hasta el 7 de febrero de 2020. Los empresarios confían en poder reconducir la situación. «Con todos los gastos que acarrea un local como este, ya nunca más levantas cabeza si cierras un año». Luis Ángel Rodríguez insiste en que el inmueble, cuya actividad han denunciado en infinidad de ocasiones los vecinos residentes en la zona, cumple, «incluso por encima de lo exigible, todas las normas de aislamiento acústico».