Dos nuevos proyectos certifican el auge de grandes almacenes de energía en Bizkaia

En marzo se presentaron otras dos iniciativas para abrir sendas instalaciones en Santurtzi y en Lezama. De esta forma, los proyectos sobre la mesa son ya cuatro, con una fuerte inversión prevista: 129 millones de euros. Que haya cuatro peticiones en tramitación no quiere decir que las cuatro vayan a prosperar y pasen a la fase de construcción, pero sí da una medida del interés que el sector está demostrando por establecer este tipo de infraestructuras en el territorio. Una mirada que coincide en el tiempo con el auge de los proyectos eólicos que quieren enraizarse en los montes de Bizkaia. Hay 14 parques de aerogeneradores en cartera, a falta de autorización.

Llamados 'Bess', los almacenes de energía son edificios que contienen en su interior baterías enormes de litio ferrofosfato (LFP) capaces de conservar gran cantidad de fluido eléctrico y que casi siempre van asociados a proyectos de producción renovable (parques eólicos o solares). Su funcionamiento pasa por cargarse de electricidad durante los momentos de gran producción (normalmente en el día) para inyectar después a la red el suministro conservado, en momentos en los que hay una escasa o nula generación (son horas que acostumbran a coincidir con la noche).

El proyecto de Lezama está impulsado por la misma empresa que ha solicitado autorización para los almacenes de Barakaldo y Güeñes. Se trata de Bess Development, una sociedad relacionada con la familia Benjumea, antiguos propietarios de Abengoa. Los promotores prevén invertir 27,8 millones de euros en una operación que planea poner en marcha 43 baterías.

El centro de almacenamiento estaría situado en las afueras de la localidad del Txorierri, junto al corredor que vertebra la comarca por carretera y no muy lejos del límite con el término municipal de Larrabetzu. Las baterías tendrían una capacidad de almacenamiento de 59,18 MWh y la energía se volcaría directamente a la línea eléctrica que enlaza Asua con Galdakao. Las obras no entrañarían excesiva complejidad y podrían resolverse en el periodo de medio año, aproximadamente, según consta en el proyecto de ingeniería al que ha tenido acceso este diario.

El otro plan que ha salido en los últimos días a la palestra es el de la empresa andaluza Enigma Green Power, con sede en Sevilla. La compañía quiere levantar un centro de almacenamiento de energía en Santurtzi, en un terreno ubicado en la frontera con Portugalete, en una zona estratégica porque se ubica muy cerca de un polo de producción eléctrica como es el Puerto de Bilbao, donde, además de un parque eólico, funciona la central de ciclo combinado de Bahía Bizkaia.

Enigma prevé invertir 42 millones de euros en la operación. Una fuerte cantidad de dinero para levantar un centro de 'pilas' que son vitales para resolver uno de los problemas de las centrales de aerogeneradores y paneles solares. Estas infraestructuras renovables tienen un hándicap con la fluctuación horaria en la producción. Aunque aún queda mucho por avanzar en investigación y desarrollo en este campo, los centros de baterías son la solución más adecuada ahora mismo. Su principal inconveniente es que son caras.

Uno de los aspectos a los que prestan más atención este tipo de proyectos es el riesgo de incendio. Los cuatro centros proyectados contarían con medidas especiales de seguridad y de autoextinción. Aunque no son frecuentes, el fuego es uno de los mayores peligros que soportan este tipo de instalaciones.