Dos mujeres resultan heridas en el incendio de una vivienda en Sondika

Los hechos han ocurrido minutos antes de las once de la mañana, cuando varios vecinos han comenzado a escuchar cómo la mujer pedía auxilio de forma «desesperada» por el balcón. «Me he asomado por la ventana y la he visto gritando. De inmediato he llamado al 112 para que viniesen a ayudarla porque no se podía ni respirar del humo que había», reconoce Begoña Miralles, quien no ha dudado en salir corriendo de su domicilio, ubicado en una planta superior, con el pijama puesto.

Las primeras hipótesis apuntan a que el fuego se ha originado «en una habitación» y desde Diputación aseguran que «cuando los Bomberos han llegado el incendio estaba totalmente desarrollado». De hecho, ha sido un particular que, con valentía y sin pensárselo dos veces, ha accedido a la tercera planta del edificio para sacar a la mujer de las llamas por el balcón. Lo ha podido hacer gracias a la ayuda de José Ramón Yusta, vecino contiguo a la vivienda afectada. «Estaba a punto de salir a la calle cuando de repente un hombre, al que no conocía, me ha tocado la puerta diciéndome que una señora estaba pidiendo auxilio por el balcón. De inmediato le he abierto, hemos quitado los cristales de la ventana que tengo contigua a ella y le ha ayudado a pasar de su domicilio al mío», ha detallado. El residente ha confirmado, asimismo, a EL CORREO que la mujer «aunque estaba aturdida, ha podido bajar por su propio pie por las escaleras».

Para Miralles, que sujetaba a su perro con una cuerda improvisada después de que el animal se hubiera escapado al escuchar los golpes, los bomberos han llegado «algo tarde». «Igual ha sido por el miedo que hemos pasado, pero ¡qué agobio! Mi hijo no paraba de llamarme al ver las imágenes, pero nos hemos dejado los teléfonos arriba y te puedes imaginar el susto. Lo que más pánico me daba es que justo en esa zona de la fachada es donde están los tubos del gas», aseguraba.

Lorena González es otra de las vecinas afectadas que ha salido pitando de su casa junto a sus dos hijos, de 9 y 13 años, y su marido. «Ha sido un gran susto, sobre todo por los críos, que los he dejado en casa de una amiga para que estén más tranquilos».

Las dos personas que han sufrido lesiones han sido evacuadas en ambulancia. La espesa columna de humo ha provocado, igualmente, el fallecimiento de un loro de compañía que se encontraba en la planta superior al inmueble donde se ha destado el fuego.