Tensión entre Diputación y Gobierno vasco por la suspensión del deporte escolar

La medida ha causado cierta tensión entre la Diputación vizcaína y el Gobierno vasco, ambas administraciones gobernadas por el PNV. Si bien es cierto que, al contrario de lo que sucedió con las cabalgatas de los Reyes Magos, donde hubo ciudades. como Vitoria o Barakaldo, que hicieron oídos sordos a la petición que llegaba de arriba y decidieron mantener sus actos, el roce se ha resuelto, esta vez, de puertas para adentro. Con todo parece evidente que ha habido una invasión de competencias o cuando menos que la coordinación entre administraciones no ha sido fluida. Y es que la institución foral pensó el miércoles que tendría autonomía y mano izquierda suficiente para atajar una medida que fue anunciada por el Departamento de Educación en la víspera de Reyes, dentro del protocolo de regreso a clase.

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Álvaro Soto

La Diputación se puso entonces en contacto con varios clubes y federaciones que querían saber el alcance exacto de una medida que no había quedado del todo clara. El mismo miércoles hubo equipos que comenzaron a anular partidos para este fin de semana, pero otros albergaban esperanzas de que las cosas no fueran por ese camino. De hecho, un alto responsable foral les transmitió un mensaje de calma y confianza: «El programa de Deporte Escolar sigue adelante». Así finalizaba un mensaje escrito al que ha tenido acceso EL CORREO. En la misma comunicación se decía, incluso, que «en un protocolo de Educación no puede ir la suspensión general del deporte escolar por no tener competencias. Eso tendría que haberse acordado en el LABI y aparecer en el decreto posterior del lehendakari».

La sensación de que el deporte escolar pasaría el corte y que la Diputación haría valer su soberanía en este asunto se instaló entonces entre algunas federaciones, equipos y padres. Sin embargo, han pasado de la euforia contenida a la decepción. Su confianza saltó por los aires ayer, a primera hora de la tarde, tras una reunión convocada en mitad de un puente festivo.

Fuentes forales matizaron que lo sucedido con el deporte escolar nada tiene que ver con el protocolo de Educación. «Son dos cosas diferentes». Explicaron que una cosa son los partidos que se desarrollan en colegios y otra el programa de deporte escolar, como tal. También negaron cualquier rencilla en un asunto que, de puertas para afuera, se zanjó con una nota en la que la entidad presidida por Unai Rementeria justificó que cancelaba los campeonatos escolares «atendiendo» a la petición de Salud. «Hemos decidido sumarnos a su recomendación», no sin antes recordar que «el deporte escolar es competencia exclusiva de las diputaciones».

Prohibir las competiciones a 30.000 niños es una medida que posiblemente suscite un profundo rechazo, máxime cuando los pequeños tienen la posibilidad de interactuar en otros ámbitos: pueden ir al cine, verse en la calle, quedar en centros comerciales e incluso en otros locales de ocio infantil. Durante la primera parte de la pandemia se puso en marcha un fuerte movimiento social (Bultza Kirola Euskadi), que agrupó a más de 550 clubes, federaciones y Ampas, que realizaron varias manifestaciones en las calle por el veto al deporte escolar. Un programa que ha visto reducido sus participantes de 46.000 a 30.400 por la pandemia.