Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Cuando un vizcaíno recicla la basura en su casa no solo contribuye al medio ambiente, también a la economía de su ayuntamiento. Garbiker, la empresa foral que gestiona los residuos, cobra mucho más a los consistorios por el tratamiento de los residuos que no se ... separan en origen (los que se tiran al contenedor de toda la vida o a las papeleras) que los que van a parar al recipiente de orgánicos o al de vidrio o cartón. Eliminar estos últimos desechos sale prácticamente gratis a las arcas municipales porque los gestionan empresas como Ecoembres o Ecovidrio, pero el resto se está encareciendo.
100,43 euros
sin IVA, es lo que pagaban los ayuntamientos por el tratamiento de cada tonelada de fracción resto desde enero de 2023. Desde el 1 de noviembre el importe pasó a los 114.99 euros (un 14,5% más) y ahora es de 119,59, lo que supone un 19% más en un año.
17% ha subido
la gestión de la basura que se deposita en el contenedor marrón, la segunda que más se ha encarecido, ya que el precio de tratar cada tonelada pasó a los 64,19 euros desde el 1 de noviembre (un12,5% más) a los 66,76 desde el 1 de enero.
La Diputación ha elevado un 19% durante el último año las tarifas por tratamiento y eliminación de varios tipos de residuos. Mediante sendos decretos forales, el departamento de Medio Natural y Agricultura ha actualizado previos dos veces: el 1 de noviembre y el 1 de enero. En el primero de los casos, para aplicar el impuesto al vertido «aprobado por el Gobierno de España» que ha tenido que ser traspuesto a la normativa del territorio tras recibir el visto bueno de las Juntas Generales, y en el segundo para adaptar la tabla de precios a la subida del IPC.
Así, la tarifa del tratamiento de tonelada de fracción resto pasó el 1 de noviembre a los 114,99 euros (subió un 14,5%) y después hasta los 119,59, lo que supone un crecimiento del 19% en solo un año. La gestión de la basura que se deposita en el contenedor marrón es la segunda que más se ha encarecido, ya que el precio de tratar cada tonelada pasó a los 64,19 euros en noviembre (un 12,5% más) a los 66,76, lo que supone un incremento del 17% en menos de un año. El tratamiento de residuos voluminosos y de pequeños residuos urbanos se encareció un 4% y un 11% desde el 1 de noviembre y ahora cuesta 70,95 euros y 84,06 euros la tonelada. Un incremento del 8,15% y del 15,4% frente a lo que Garbiker cobraba en enero de 2023.
Las subidas en noviembre fueron más pronunciadas que las que han empezado a aplicarse a comienzos de año. Se justificaron para financiar la puesta en marcha de «plantas de tratamiento de residuos de competencia local respetando la jerarquía de gestión de residuos, que permitan aprovechar al máximo los recursos» y «para hacer frente al incremento de costes como consecuencia de la entrada en vigor en 2023 del impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y la coincineración de residuos», según el decreto foral.
Según fuentes forales, la existencia de infraestructuras como la planta de tratamiento mecánico-biológico de Artigas y Zabalgarbi ha permitido que la subida sea menor, ya que los residuos sin tratamiento previo a su depósito en vertedero o valorización tienen un gravamen más elevado (de 40 euros por tonelada frente a 30 euros por depósito y de 15 euros por tonelada frente a 10 por valorización). Es el titular del vertedero o de la incineradora quien realiza la recaudación del impuesto, para después liquidarlo en la Hacienda foral.
Mientras, la última subida que entró en vigor el 1 de enero se atribuye, además de para lograr una gestión «de calidad» , a la actualización que se realiza cada año en previsión de la subida de los costes del tratamiento derivada del IPC. El encarecimiento no solo afecta a los residuos urbanos, también a los industriales. La Hacienda de Bizkaia también puso en marcha el año pasado el impuesto para los residuos de empresas, «aunque hay un período transitorio de 3 años de exención de impuesto para aquellas empresas que dispongan de un vertedero de su titularidad».
El encarecimiento del vertido se dejará notar en todos los ayuntamientos y aquellos con vecinos menos «recicladores» serán quienes verán engordar su factura en una mayor medida. El Consistorio de Bilbao calcula que abonará un 14% más a Garbiker. En 2023 abonó 11,4 millones y cree que en 2024 la factura superará los 13 por este incremento de las tarifas. La mayoría (10,8) fueron para pagar la recogida y tratamiento de residuos en masa, 223.465 euros por los voluminosos, 235.036 por el contenedor marrón y 106.257 por las fracciones domésticas.
El Ayuntamiento de Durango, mientras, ha presupuestado la partida en 868.380 euros, un 8% más de lo destinado el año pasado, calculado «en base al incremento el año pasado de los precios públicos por tratamiento de residuos».
Según el Observatorio de Residuos de la Diputación, en 2022, el último año del que hay datos completos, se recogieron en masa 329.735 toneladas, un 51,56% del total de la basura urbana. Pero también han crecido las tarifas que la Administración por el tratamiento de los residuos orgánicos - los que se depositan en el contenedor marrón y con los que se elabora compost que después es comercializado- de los voluminosos y de los residuos domésticos de pequeño tamaño que se tiran al contenedor blanco, en el que tienen cabida juguetes, libros, dispositivos electrónicos o electrodomésticos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.