La Diputación releva a la directora del Palacio Euskalduna tras cerrar un año récord de ingresos

En la quiniela de posibles sustitutos aparece con fuerza el nombre de Iñigo Iturrate, histórico parlamentario del PNV que acaba de cerrar su trayectoria política después de ocupar cargos públicos durante tres décadas, tanto en Vitoria como en las Juntas Generales de Bizkaia. Muñidor de algunos de los principales acuerdos de los jeltzales con otras fuerzas vascas, forma parte además del núcleo duro que ha rodeado a Iñigo Urkullu durante sus tres mandatos como lehendakari.

La identidad del nuevo responsable del Euskalduna se dará a conocer durante el mismo cónclave en el que certificará la salida de Lupardo. Un relevo con el que la aún directora general no parecía contar hace apenas unos meses. El pasado noviembre, en una entrevista concedida a este periódico, se fijaba el objetivo de remodelar el Palacio durante los siguientes años, «hablamos de un centro que tiene ya 25 años y empieza a necesitar reformas», decía entonces. Aunque en Sabin Etxea se valora su labor, el cese está vinculado al cambio de etapa que afronta la Diputación desde la llegada de Elixabete Etxanobe.

Lupardo llegó avalada por el anterior diputado general, Unai Rementeria, y su nombramiento no estuvo exento de polémica. Tras acumular una trayectoria de 22 años como alta directiva en Euskaltel, donde ejerció como directora de Relaciones Institucionales y máxima responsable de su fundación, el verano de 2020 dio el salto al Parlamento vasco tras concurrir a las autonómicas en las listas del PNV por Bizkaia. Antes también había sido concejala en su localidad natal, Arrigorriaga. Duró en el escaño diez meses.

En junio de 2021 fue designada directora general en sustitución de Andoni Aldekoa, ahora director general de EiTB que en su día fue la mano derecha de Iñaki Azkuna en el Ayuntamiento de Bilbao y también formó parte del equipo de asesores de Urkullu. De Lupardo dijo entonces el consejo de administración que «su recorrido profesional y el planteamiento estratégico que ha expuesto para hacer frente a los retos han sido decisivos para imponerse entre las opciones que barajaba inicialmente Euskalduna para cubrir la vacante». Fuentes de la Diputación no aclararon si llevó a cabo un proceso de selección público o restringido para elegir al nuevo responsable.

Lupardo asumió entonces la exigente responsabilidad de pilotar el Euskalduna en la salida de la crisis generada por la pandemia. En 2021 el Palacio tuvo que recibir de las arcas forales una inyección de 4 millones de euros para afrontar los gastos corrientes después de no poder organizar congresos o eventos culturales durante más de un año. El espacio cerró 2023 con unos ingresos que se elevaron hasta los ocho millones de euros y un impacto económico superior a los 100 en todo el territorio.