La Diputación de Bizkaia cerrará la atención al público

La medida se acordó en una inédita reunión con todos los diputados forales, algunos presentes y otros por videoconferencia. No era una decisión cualquiera. Afecta a los derechos de los ciudadanos y por tanto requería de la presentación de un decreto formal para salvaguardar la legalidad que se redactó en la tarde de este viernes a toda velocidad. La falta de alguna firma necesaria hizo dudar hasta el último momento de si se podría acabar este viernes. Los directores forales y responsables de área dibujaron la semana pasada un esquema de los funcionarios «esenciales», aquellos sin los que la Institución foral no podría funcionar. A todos ellos se les han ido facilitando medidas de teletrabajo que se ampliarán a buena parte de la plantilla foral a partir del lunes. Unas 500 de los 3.000 trabajadores forales empezarán teletrabajar el lunes. También habrá medidas de conciliación para sus trabajadores con hijos menores de 14 años y reducirá la jornada de sus funcionarios a seis horas. El personal esencial de emergencias y de servicios asistenciales-sociales queda excluido.

La escalada de los acontecimientos es increíble y este viernes mismo provocó un giro durante el sanedrín de la Diputación. Durante su transcurso, se conoció el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que decretó el estado de alarma. Por ese motivo algunas de las medidas inicialmente acordadas se vieron desbordadas por los acontecimientos. Este viernes la mayoría de los trabajadores forales estaban en sus puestos, ya fueran las oficinas de las diferentes sedes o las obras de ampliación de la Supersur. Tras el anuncio de Sánchez, muchos de ellos permanecerán en sus casas. Los propios Consejos de Gobierno serán, a partir de ahora, virtuales. La Diputación ha activado el Plan Foral de Emergencias, el órgano encargado de adoptar medidas excepcionales y ha pedido a los miembros del consejo asesor «que estén localizables de forma permanente».

La Administración vizcaína había adoptado en las últimas semanas otras medidas de menor calado para proteger a funcionarios y visitantes. En la última semana se han colocado advertencias en las oficinas forales Gertu de Durango, Bermeo y Gernika, así como en otros puntos de atención al público, para que se respete «un metro y medio» de distancia entre el técnico foral y el visitante. Hay pegatinas pegadas en el suelo que marcan esa zona de seguridad y que recuerdan que sólo debe haber una persona por puesto. También hay numerosos carteles con las medidas preventivas generales, como lavarse las manos o toser en el codo. Pero todo eso ha quedado sobrepasado por el avance del virus. Tras la declaración de emergencia sanitaria por parte del lehendakari, Iñigo Urkullu, Bizkaia necesitaba dar algún paso más. Ya lo ha dado.