Los vecinos de los barrios altos de Basauri se han acostumbrado a la presencia de jabalíes por la zona. En enero alertaron al Ayuntamiento de que los residentes habían visto a varios ejemplares merodeando por el llamado campo de tiro y sus alrededores. Una zona ... que, además de tener un bar y un merendero, es utilizada de forma habitual por paseantes en solitario o con mascotas. Denunciaron que las personas mayores habían cogido miedo a transitar por el camino y el parque y que se habían producido ataques a animales de compañía, así como destrozos en huertas próximas. «Han levantado todos los cultivos», señalaban entonces los responsables de la asociación de Iruaretxeta.
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Una de las incursiones que realizaron los jabalíes al merendero en enero dejó imágenes grabadas por los teléfonos móviles, donde se les podía ver a escasos metros del bar del campo de tiro. Los dirigentes municipales trasladaron la información a la Diputación, competente para atajar el problema. «Siempre que detectamos la presencia de jabalíes nos ponemos en contacto con la Administración foral instándoles a actuar», explican fuentes municipales. Además, «hacemos un seguimiento continuo para avisar de las localizaciones y otros datos con los que podamos contar», añaden.
En el departamento de Medio Ambiente confirman la colaboración con el Consistorio basauritarra y apuntan a que «a lo largo de las últimas semanas, se han realizado diferentes inspecciones y actuaciones, en el transcurso de las cuales se han retirado cinco ejemplares en esta zona», explican. Las labores han sido un tanto complejas al tratarse de un espacio cercano a viviendas por donde transitan vecinos.
«Al estar en un núcleo habitado y urbano, las actuaciones a desarrollar están estrechamente condicionadas por la normativa existente y por la adopción de estrictas medidas de seguridad», puntualizan desde el ente foral. Las batidas para mermar la población de jabalíes no son una opción por este mismo motivo.
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La última se realizó en 2019. Una anterior llevada a cabo ese mismo año acarreó sendas críticas a los dirigentes municipales por parte de grupos animalistas de Basauri, que denunciaron «la falta de seguridad», ya que se informó el mismo día a los transeúntes del inicio de la caza. A día de hoy, los vecinos de Basozelai continúan alerta para dar aviso de la presencia de ejemplares.
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