Diputación de Bizkaia / G.Seco / L. Salazar

La Diputación ayuda a 1.200 jóvenes de 18 a 23 años en riesgo de exclusión a lograr una vida autónoma

Salen de los servicios de protección al cumplir la mayoría de edad y no cuentan con apoyo familiar para poder continuar sus estudios, buscar un trabajo o disponer de un lugar en el que vivir

Miércoles, 12 de mayo 2021, 13:27

La Diputación de Bizkaia ha atendido a 1.287 jóvenes de entre 18 y 23 años en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión mediante diversos programas con los que les acompañan «hasta su autonomía, hacia una vida adulta plena y digna en la ... que puedan valerse sin la tutela de las administraciones públicas». Teresa Laespada, diputada foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, ha presentado esta mañana los resultados de esas actuaciones enmarcados en la Estrategia Joven de la institución foral, puesta en marcha en julio de 2018.

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Laespada ha detallado que el colectivo al que se atiende son jóvenes que salen de los sistemas de protección a los 18 años y «transitan sin acompañamiento familiar. Somos las instituciones quienes debemos acompañarles». Además esta labor se lleva a cabo en una coyuntura actual, «inestable, de profunda transformación social, cultural, política y económica», en la que la edad de emancipación en Euskadi se sitúa en los 30 años. «No es difícil imaginar que la situación se torna tremendamente compleja cuando abordamos a esa parte de la juventud marcada por la desigualdad y la desventaja social. Jóvenes que cuando cumplen 18 años no tiene una familia acogedora que le permite seguir formándose y transitar hacia la vida adulta. La brecha se vuelve abismal«, ha añadido la diputada.

La Diputación de Bizkaia considera que apoyar esta estrategia también es «una cuestión de inteligencia» porque «vamos a necesitar a todas estas chicas y chicos, todo su talento, su energía, su capacidad, todo su trabajo como ciudadanía que ejerce sus derechos y asume sus obligaciones«. Laespada ha recordado que si en 2001 la población joven entre 15 y 29 años suponía el 21,6% en Euskadi, en 2020 se ha reducido a un 13%. En 20 años se ha perdido 163.000 personas jóvenes. «Aquí no sobra nadie, no sobra ninguna de estas personas y menos si están dispuestas a aprovechar la oportunidad y el apoyo que les brindamos», ha incidido.

El proyecto atiende a jóvenes vulnerables, en riesgo de exclusión o que están en exclusión social, tanto de origen extranjero como jóvenes autóctonos, entre los que se incluyen mujeres que sufren una situación de vulnerabilidad derivada de la violencia machista. Laespada ha asegurado que son personas «con una mochila de sufrimiento y con pasados llenos de dificultades y penurias» pero que también son unos «supervivientes natos con unas ganas de salir adelante digna de admiración».

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Los apoyos que se les ofrece son de muy diverso tipo. En muchas ocasiones se trata de un acompañamiento y apoyo en la toma de decisiones formativas y profesionales, en la búsqueda de alojamiento, protección de la salud, apoyos jurídicos y prestaciones económicas que les permitan «atajar sus dificultades de autonomía». En concreto, se les facilita viviendas o plazas residenciales si lo precisan; asistencia en centros de día, atención personal y doméstica, complementos para manutención, o se les incluye en programas de inserción laboral, entre otras muchas actuaciones.

En los tres años de vida del plan Estrategia Joven se ha atendido ya a 1.287 jóvenes, de los que actualmente continúan un total de 724. El 81% han ido saliendo del programa (574), porque «han cumplido con los objetivos que se propusieron total o parcialmente». «Es decir, adquieren en su inmensa mayoría facultades para conducirse de forma autónoma», ha valorado la responsable foral. La inversión anual en el conjunto de programas este año 2021 asciende a 6,9 millones de euros, de los que 5,5 provienen de la Dirección de Inclusión y 1,4 millones de la de Empleo.

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