La Diputación «ayudará» a las casas rurales a competir con los pisos turísticos

La proliferación de viviendas particulares que se ofrecen a visitantes a través de diferentes plataformas de internet ha empezado a generar inquietud a las administraciones, que llevan un tiempo en busca de nuevas regulaciones que limiten este fenómeno. El Ayuntamiento de Bilbao es el último que ha reconocido la necesidad de intervenir ante un incremento que, entre otras cuestiones, está sacando del mercado del alquiler o de la compraventa un buen de inmuebles. Pasa lo mismo en las zonas costeras, donde buscar un sitio en el que vivir empieza a ser todo un reto.

El departamento foral de Turismo que lidera la socialista Sonia Pérez también busca hacer frente a la turistificación de áreas urbanas intentando contribuir a que algunos turistas elijan zonas rurales para quedarse. Por ahí pasa la estrategia para los próximos años: intentar poner en valor otros atractivos y comarcas del territorio aparte de las habituales que ayuden a «redistribuir» el flujo de visitantes. Sin ir más lejos, hace apenas unos meses se presentó en sociedad 'Iron River', una serie de recorridos organizados en torno a iconos del pasado industrial y minero de Bizkaia.

El plan de la Diputación se ha encontrado con el problema de que los entornos rurales, y sus alojamientos, que intenta promocionar como alternativa se enfrentan a una lista de requisitos «más exigentes» para abrir y funcionar que los apartamentos turísticos. Accesibilidad, seguridad, prevención, higiene... No es que el Gobierno foral quiera que se rebajen las peticiones legales sino que subyace una queja sobre el problema existente para controlar los pisos turísticos. Y como es difícil intervenir y cambiar las reglas del juego en este sector, lo que se propone es echar un cable a las casas rurales. «Hay que ayudarles porque se encuentran en inferioridad», ha dicho Pérez.

El pasado lunes el Instituto Nacional de Estadística reveló que el pasado abril llegaron a Bizkaia un 40% más de visitantes extranjeros que durante el mismo mes de 2023, un año en el que se batieron todos los récords turísticos. ¿Dónde está el techo del territorio? Cuestionada al respecto, la diputada de Turismo ha asegurado que existe «margen de crecimiento» para acoger más turistas pero que «ese no es el objetivo». En busca de un modelo más sostenible, las instituciones están intentando atraer un tipo de visitante muy concreto: «respetuoso con el entorno natural que esté interesado en recorrer Bizkaia».

La estrategia foral pasa también por desestacionalizar el turismo, esto es que no haya picos durante las vacaciones sino que el flujo se distribuya durante todo el año y que el que llegue se quede el mayor tiempo posible. De momento, «que en verano no suban mucho las visitas es buena señal», pronostica la diputada.