Los bomberos evacuan por las vías a un joven en silla de ruedas. Jordi Alemany

¿Incendio en el metro?: «Si un día nos toca vivir algo así, a ver si nos sale todo igual»

La estación de Matiko realiza un simulacro en el que participaron 30 figurantes del curso de Emergencias Sanitarias de Fadura, junto a bomberos, sanitarios, policías y personal de ETS

Miércoles, 29 de noviembre 2023, 07:45

Sabiñe Bilbao se declara entusiasmada con la experiencia. Tiene 17 años, estudia Emergencias Sanitarias en el centro de formación profesional de Fadura y reconoce que de teoría va muy bien, pero que la práctica es otra cosa. Hasta que ha podido vivirlo en directo. Es ... uno de los 30 alumnos y profesores del complejo educativo getxotarra que han participado esta pasada noche en el simulacro de incendio que realizado en la estación del metro del barrio de Matiko, en la línea 3. «Es una pasada comprobar cómo se desarrolla un operativo de salvamento y evacuación», destaca. Eso sí, su compañero Imanol Ruiz le puntualiza. «Si un día nos toca vivir un incendio real en el metro, veremos si todo nos sale igual».

Publicidad

La simulación forma parte del programa de prevención anual que Euskal Trenbide Sarea (ETS) realiza en todas las instalaciones ferroviarias bajo su control y, aunque todos sabían que no era real, la tensión se mascaba en el ambiente. Que se lo digan a Susana Salcedo, jefa de seguridad de la empresa, que intenta tener mil ojos para que nada salga mal. «Es una prueba muy importante, porque determina el grado de eficacia del plan de autoprotección que tenemos como compañía y que también existe en cada estación», subraya. Al mismo tiempo, también debe engrasar la coordinación entre todos los servicios de emergencia implicados, porque cualquier fallo o retraso puede resultar fatal.

Jordi Alemany

Por eso los nervios se desatan en cuanto se activa la máquina de humo que debe dar verosimilitud a la situación: un fuego se ha desatado en el vestíbulo de la estación y, ante la imposibilidad de ver nada y ni tan siquiera de respirar, es imposible sacar a la gente que se ha quedado apresada en los andenes y en las dos unidades de metro bloqueadas allí porque el sistema eléctrico se ha caído y no se pueden mover. A las once y media uno de los maquinistas alerta al puesto de mando de ETS y su responsable hace lo propio llamando a SOS Deiak, que activa todo el protocolo de emergencia.

Las primeras en llegar son dos ambulancias y, aunque los sanitarios tienen cascos protectores, comprueban que la humareda es tan intensa que no pueden entrar. Además, el humo puede ser tóxico. «Debemos esperar a los bomberos», grita nerviosa a sus compañeras la responsable de uno de los vehículos. La situación puede ser grave en el interior, por lo que la actuación está calificada de salida como un «Incidente de Múltiples Víctimas» (IMV).

Apenas un minuto después aparecen dos camiones del servicio foral de extinción de incendios, cuyos efectivos saltan a la carrera a la zona de acceso y, tras conversar con responsables de la estación, se dirigen inmediatamente a «dos vías de escape que hay en la planta baja de la construcción y que tienen entrada directa a los andenes». Al llegar allí, sin embargo, se encuentran con un vehículo mal aparcado que impide el paso, por lo que la Policía Municipal se encarga de inmediato de retirarlo.

Publicidad

Una vez dentro, los bomberos se enfrentan una imagen desoladora, con numerosos pasajeros que vagan conmocionados por el apeadero. «Qué está pasando?, ¡No veo nada!, se lamenta una mujer, mientras otra grita para que la auxilien porque, según repite, «me duele, me duele». Los sanitarios acuden raudos a atender a una persona desplomada en el suelo, e instantes después encuentran a un hombre caído boca abajo en las escaleras que parece, cuando menos, inconsciente. Y a su lado otra chica gesticula de dolor mientras en el andén contrario, una joven se desgañitaba pregunta por el paradero de su hermana.

Los andenes se convierten en un ir y venir de bomberos y sanitarios, que van atendiendo a los pasajeros heridos o, cuando menos aturdidos, mientras les sacan al exterior. Pasada la una y media de la madrugada, el responsable de coordinación de emergencias de SOS Deiak da por finalizado el simulacro con éxito. «Es un ejercicio muy positivo para todos, y en nuestro caso especialmente, porque a muchos alumnos a los que les parece un rollo lo que dan en clase, aquí le han visto todo el sentido», remarca la profesora Itziar Camiña.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad