Desarticulan una red que actuaba desde un adosado del Valle de Mena y vendía marihuana en Burgos y Cantabria

El pasado mes de febrero, se detectó como un grupo de personas se estaría dedicando a instalar, gestionar y distribuir la producción procedente de cultivos de Cannabis Sativa, establecidos en el Valle de Mena y de Cantabria. Este verano también se ha conocido que ha caído otra red de tráfico de drogas que operaba en la provincia de Burgos y también en Palencia y Valladolid.

Durante el transcurso de la citada investigación, la Guardia Civil se percató de que los objetivos en seguimiento estaban siendo también investigados por la Sección Central de Investigación Criminal de la Ertzaintza, por lo que, tras las reuniones de coordinación pertinentes, se acordó establecer un Equipo Conjunto de Investigación (ECI) entre la Guardia Civil y la Policía Autónoma Vasca, con instrucción de diligencias mediante un Equipo Instructor Conjunto y de esta forma, desarrollar la labor investigadora de manera eficaz.

Tras intensas investigaciones y vigilancias discretas, se detectó la existencia de una importante plantación en una vivienda unifamiliar del Valle de Mena a la que acudían con asiduidad tres de los detenidos, obteniendo información de la empresa eléctrica, que da servicio a la vivienda, de la posible existencia de una defraudación de fluido eléctrico.

En la plantación situada en un adosado del municipio se han requisado 362 plantas de marihuana, sólo las hojas, con un peso en verde de 38 kilogramos, así como transformadores eléctricos, lámparas halógenas y ventiladores.

En el registro domiciliario de Cantabria se han aprehendido 2.140 gramos de cannabis en cogollos preparados para su venta, básculas de precisión y diversa documentación.

La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Villarcayo, servicio realizado por Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos (Equipo de Medina de Pomar y EDOA) y Sección Central de Investigación Criminal de la Ertzaintza.