Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
JUAN PABLO MARTÍN
Jueves, 31 de diciembre 2015, 03:30
Llegó de repente para reescribir la historia de la pelota vizcaína. Cuando muy pocos le esperaban porque los actuales dominadores de este deporte se resisten al cambio generacional. Sin embargo, han tenido que rendirse a la evidencia. Mikel Urrutikoetxea ya está a su altura. El ... delantero de Zaratamo recordará 2015 como el año donde empezó todo. Ha sido la temporada en la que ha marcado un antes y un después. El primer pelotari del territorio en lograr un doblete con la consecución del Manomanista y el Cuatro y Medio el mismo año. Han hecho falta que pasaran 38 para que el territorio recuperara la txapela más preciada, y 62 para sumar la segunda dentro de la jaula. Ahí es nada.
Se ha convertido en el referente que hacía falta para los más pequeños. Después de que bastantes generaciones de jóvenes se nutrieran del caladero navarro en cuanto a pelotaris a seguir, ya tienen uno más cercano. Y el reflejo está en los frontones. Cada vez se ven un mayor número de camisetas con su nombre, y las sesiones fotográficas con los aficionados tras los partidos han pasado a ser algo habitual. Es una situación nueva para él, pero se la ha ganado a pulso. Reconoce que el trabajo y la humildad son la base del éxito, y que aunque es complicado llegar, lo más difícil es mantenerse, pero cualidades no le faltan, ni predisposición tampoco.
Primero tuvo que convencerse de que era posible, y aquel 28 de junio dio el primer paso en el frontón Bizkaia tras adjudicarse la final del Manomanista nada más y nada menos que contra Aimar Olaizola. Sólo tuvo ocho días para prepararla tras la lesión de Oinatz Bengoetxea en un dedo de su mano izquierda que le dio la oportunidad de plantarse en su primera lucha por un título. Urrutikoetxea asumió el reto con una tranquilidad impropia de un recién llegado y, tal vez por eso, firmó uno de los partidos más completos que se recuerden dentro de esta disciplina. No sólo tuteó al de Goizueta con su juego de aire, sino que supo arriesgar en los momentos determinantes de la contienda, e incluso sorprendió a propios y extraños con el saque desde pared izquierda.
El frontón Astelena de Eibar acogerá el tradicional festival de año nuevo mañana (17.00) que servirá para abrir la quinta jornada del Parejas. Irujo y Rezusta se medirán a Altuna III y Merino II en un duelo en el que los primeros parten como favoritos vista su trayectoria hasta el momento en la competición.
El delantero de Ibero y el zaguero de Bergara, sin embargo, necesitan recuperarse del traspié sufrido el pasado sábado en el Bizkaia frente a Olaizola y Urrutikoetxea. Se miden a una combinación que empezó fuerte el torneo pero se ha desinflado en los últimos encuentros. Para el de Amezketa y el riojano es imprescindible cambiar cuanto antes el rumbo si no quieren empezar a perder comba con los puestos de cabeza.
Otras modalidades
La victoria tuvo un efecto potenciador. Reforzó su aspecto psicológico y, tras el verano, con la ayuda del preparador físico de Asegarce en Bizkaia, Josetxu Areitio, y de Pablo Berasaluze, Urrutikoetxea afrontó un reto más complicado. La jaula genera muchas dudas a los pegadores por el miedo a superar la línea, pero el de Zaratamo las borró de un plumazo. Su empresa determinó que comenzara a competir en la liguilla de cuartos de final con el colchón que eso supone porque no es muerte súbita. Y para arrancar ya dio signos de esperanza al imponerse a Juan Martínez de Irujo. Pasó a la siguiente ronda como primero y le tocó medirse a Bengoetxea VI en un partido que olía a revancha y en el que mostró un derroche de facultades. La guinda llegó en la final donde, tras ponérsele todo muy cuesta arriba, supo sacar su instinto ganador para endosarle una tacada de doce tantos y remontar un 10-20 al de Ibero. El 29 de noviembre se caló su segunda txapela.
Urrutikoetxea cierra 2015 inmerso en el Parejas pero en la posición de zaguero después de que su empresa, en un hecho sin precedentes, apostara por él como compañero de Aimar Olaizola. Sus cualidades y su calidad han dejado patente que es capaz de jugar en ambas posiciones, por lo que habrá que ver qué depara el nuevo año y hasta dónde puede llegar.
En el resto de modalidades, Pablo Fusto sumó su quinto entorchado individual de pala profesional que no hizo más que reafirmar la autoridad del argentino dentro de la herramienta en las últimas temporadas. En cesta punta, el zumaiarra Iñaki Osa Goikoetxea se llevó su undécima txapela del Mundial en el Deportivo de Bilbao tras finalizar su periplo por los frontones americanos y regresar a casa, mientras que la del Parejas fue para Beaskoetxea y Aldazabal.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.