«Con 10-20 había que seguir luchando y esperar un fallo»

«Con 10-20 había que seguir luchando y esperar un fallo. Lo veía muy complicado, pero con la ayuda de Pablo (Berasaluze) he aprovechado la oportunidad. A Juan le veía cada vez más incómodo y yo moviéndome mejor me he venido arriba» ha destacado poco después de recibir la txapela de campeón.

Es siempre difícil de explicar un desenlace como el que se ha producido en esta final, pero el joven vizcaíno lo ha intentado explicar así: «En la segunda parte he estado mejor, he arriesgado más y esa ha podido ser la clave de la remontada, además también he dominado mejor los ángulos» relataba el triunfador de la tarde.

El fronton Bizkaia ha sido hoy testigo de una cita importante para el deporte vasco, y esto es algo que no se le escapaba a 'Urruti': «Estas oportunidades no se pueden dejar pasar, no he perdido nunca la fe y se ha demostrado que en ocasiones así puede pasar cualquier cosa». Mikel Urrutikoetxea ha querido también agradecer y ensalzar el ambiente que se ha vivido en el recinto deportivo de la capital vizcaína: «Esto es un sueño para mí, y se lo quiero dedicar a toda la afición vizcaína y a toda la gente que me ha apoyado».

Por último, preguntado por si es el fin de una generación de grandes pelotaris, el de Zaratamo se ha mostrado noble en la victoria y ha asegurado que «Irujo y Aimar son muy grandes, estoy seguro de que aún les quedan años entre la élite de la pelota».

Irujo, resignado

Juan Mártinez de Irujo, por su parte, ha admitido que 'Urruti' «ha ganado porque se lo ha merecido» y ha subrayado que con ese marcador de 10-20 le ha «entrado el miedo». «Estaba resuelto, pero hay que matar el partido. Me ha entrado el miedo, me quitaba de encima a pelota sin darle velocidad y he metido la pata hasta el fondo. Si me sirve de lección para el futuro, me quedo con eso», ha lamentado.