La inverosímil pelea por el subcampeonato

Rossi sí añadió esta vez un toque de esperanza, el de dejar abierta la puerta con siete carreras por delante a pelear hasta el final por mantener sus opciones. «No, no me lo creo», replicó con una sonrisa Márquez al comentario del que ahora es su principal rival. El de Cervera ha repetido en diversas ocasiones que, pese a que Lorenzo le parece más rápido, es Rossi el que le da la sensación de ser más sólido. «Él tiene experiencia y está claro que cada uno juega sus cartas, pero todos sabemos que el campeonato está abierto y más después de la carrera de Austria, que me la podía haber perdido, e incluso esta también», dijo el español en referencia a la fuerte caída que sufrió en los entrenamientos libres del sábado en el Red Bull Ring de Spielberg. «Son 53 puntos, dos carreras de ventaja, pero quedan siete carreras y son muchos puntos cuando quedan circuitos como Silverstone o Motegi, donde puede llover. Así que está todo muy abierto», apuntó el catalán.

El supuesto objetivo de Rossi, el del subcampeonato en una lucha interna dentro del 'box' oficial Yamaha, tampoco convence a Lorenzo, que fue más allá y que incluso desempolvó sonidos de la guerra clásica que los dos pilotos llevan viviendo casi desde que el mallorquín llegó a MotoGP en 2008. «Dice que está peleando conmigo por el segundo puesto. Bueno, quiero ser campeón. He terminado muchas veces en el segundo puesto y estoy muy orgulloso de haberme mantenido en los últimos siete u ocho años primero, segundo, primero, segundo, tercero en 2014, aunque lo que quiero es ganar», recordó el balear. Y a esto añadió un análisis histórico sobre lo que supondría que Rossi terminase por delante: «Lo que pase al final de este año no determinará el valor o la rapidez o la calidad del piloto, en una comparación Rossi-Lorenzo en general. Él me podrá ganar porque he tenido más mala suerte, he roto más el motor o me ha sucedido lo de hoy, o a él lo de Mugello, pero realmente para mí está claro. Tú ves las estadísticas desde que llevamos la misma moto y los mismos neumáticos y está claro quién ha obtenido mejores resultados. No tengo nada que demostrar, y si este año por lo que sea él termina delante para mí lo que contará son los años que hemos ido con la misma moto, con los mismos neumáticos, victorias, 'poles', podios, será lo que quedará ahí. Títulos también, y subcampeonatos».

MotoGP tiene por delante aún siete pruebas, 175 puntos en juego con tres pilotos buscando llevarse el título. Márquez cuenta con una ventaja sólida, además de que está demostrando una capacidad de gestión desconocida hasta ahora en él. Tiene enfrente a dos pilotos que compiten con los mismos colores pero que siguen con una relación inexistente. Es más, Lorenzo juega en terreno hostil, dentro de un 'box' en el que no continuará el año que viene, con lo que eso supone. Para empezar, ya sabe que desde ahora no va a poder probar -lógicamente- ninguna novedad técnica que Yamaha ponga en pista en estas próximas semanas. Desde Brno ha pasado de ser la referencia en lo que respecta a la lucha por el Mundial a estar por detrás de Rossi. El histórico en la comparativa con el italiana está de su lado, sí, aunque nadie duda de que los dos querrán imponerse en esta batalla si es lo máximo por lo que Márquez les permite pelear.