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elcorreo.com
Jueves, 26 de mayo 2016, 18:29
¿Quién no se acuerda del gravísimo accidente que sufrió Massa en aquel GP de Hungría de 2009? Hoy, casi siete años después de ese incidente, la sombra de la tragedia se ha vuelto a cernir sobre el mundo de la Fórmula 1, en una ... situación en el asfalto de Mónaco que ha podido resultar fatal. Los primeros entrenamientos del Gran Premio de Mónaco dejaron una imagen inusual y más en esta carrera organizada casi a la perfección en las calles del Principado. De forma insólita, una tapa de alcantarilla destrozó la parte delantera del McLaren de Jenson Button durante los primeros entrenamientos.
Sucedió cuando faltaban cinco minutos para terminar la sesión, que consta de una hora y media. Circulaba Rosberg por la rampa de subida al famoso casino de Montecarlo, se pegó a la parte izquierda y de repente saltó una tapa de un sumidero de agua. Daba la sensación que se había soltado alguna pieza del Mercedes del líder del Mundial, pero ese no era el caso. Era la cubierta de una alcantarilla, que chocó con brusquedad contra el coche que venía por detrás. Era el McLaren del británico Jenson Button. La vanguardia del coche inglés quedó más que abollada, los entrenamientos se detuvieron con bandera roja y la sesión concluyó antes de tiempo. Button no sufrió ningún percance físico, pero el susto fue mayúsculo.
El árbitro comisario de la categoría reina del motor, Charlie Witthing, se personó en el lugar junto a varios de sus compañeros al término de la sesión. Varios operarios soldaron la tapa con soplete para evitar otras situaciones de peligro en el resto del Gran Premio.
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