Sainz y Alonso se permiten soñar en Mónaco

Todo comenzó con Roberto Merhi en los segundos libres. Se había disputado apenas media hora de jornada cuando el castellonense cayó en una trampa por todos conocida del circuito de Mónaco. A la salida del túnel hay un sempiterno bache, que hace que frenar antes de que la chicane se convierta en todo un desafío. Teto Merhi, que en ese stint estaba probando una nueva especificación de los frenos, perdió el control de su Manor y acabó estrellado contra el muro. Las grúas hicieron su primera aparición para sacar el coche del español, que notablemente decepcionado se fue a ver a los médicos para despejar cualquier signo de lesión. Tras confirmar que estaba bien, se dirigió al box. Para él ya se había acabado la sesión, pero al resto tampoco les quedaría mucho trabajo por delante.

Y es que, justo cuando la consecuente bandera roja de Merhi se retiró, la lluvia decidió reaparecer. Todos los pilotos se asustaron, como si fueran gatos o gremlins, y se quedaron a resguardo durante una hora en boxes. Sólo Pastor Maldonado sorprendió saliendo a pista antes de lo previsto con neumáticos superblandos, de seco, y casi prueba él también los muros. El circuito de Mónaco se convirtió en una pista de patinaje y, dado que las previsiones apuntan a un fin de semana soleado, nadie se la jugó. Esto evidentemente enfadó al público, que no dudó en abuchear a los pilotos allí presentes, que ante la vergüenza que estaban pasando, salieron cuando faltaban 10 minutos para hacer el paripé de que probaban con los neumáticos de agua.

Tanto en seco como en mojado fueron los más rápidos los Mercedes, con Lewis Hamilton por delante de Nico Rosberg. El campeón del mundo sacó lo mejor de sí y de su monoplaza para demostrar que está en mejores condiciones que nunca para llevarse su primera victoria desde 2008 en este circuito.

Sainz brilla

Carlos Sainz finalizó quinto y sexto en cada sesión de libres, y dejó claro que después de la carrera de Barcelona puede dar la campanada en Mónaco. Los motores Renault y sus carencias se han tapado más en un circuito como el de Montecarlo, y dejó claro que fue una jornada más que positiva. «En términos de rendimiento no estamos tan mal y quizá estemos mejor de lo que esperábamos», admite el madrileño.

No obstante, si lo de Sainz es meritorio, lo que logró su compañero Verstappen es para quitarse el sombrero. En la primera tanda, con 42 vueltas dadas, el holandés fue segundo a una décima y media del todopoderoso Hamilton. Visto el rendimiento de los Renault -Ricciardo fue tercero con el Red Bull- no debería sorprender tanto ver al de Toro Rosso en esa posición, pero si alejamos el foco y vemos su contexto asombra lo que ha conseguido: a sus 17 años fue su primera jornada en Mónaco. Nunca antes había pilotado en el Principado, más allá de las posibles partidas a la Play o los simuladores. Verstappen fue segundo en unos libres que tienen el valor justo, pero si es capaz de reproducir este rendimiento el sábado, puede dar argumentos a los que creen que es uno de los grandes talentos del futuro.

Si los Toro Rosso aspiran al podio, como sueño, y a los puntos, como objetivo real, los McLaren tienen más cerca que nunca alcanzar ese décimo puesto que les permita desterrar el cero de la clasificación general. Fernando Alonso, undécimo en la FP1 y octavo en la FP2, admitió que nota mejor rendimiento en el McLaren para esta carrera que para la de Barcelona, y que sólo espera poder colocar el coche en una buena posición el sábado para partir con opciones reales de cara a la carrera del domingo. Si Alonso consigue entrar en la Q3 en la clasificación, es probable que puntúe, lo que, visto lo visto, le sabrá casi a una victoria.