Alberto Zerain se asoma a su tienda tras una nevada en el campo base del Nanga Parbat .
En helicóptero

El Gobierno vasco prepara un operativo por si hiciera falta acudir al rescate de Zerain

La presencia de Iñurrategi, Zabalza y Vallejo en los cercanos Gasherbrum les permitiría estar en el Nanga Parbat en unas pocas horas

Fernando J. Pérez

Viernes, 30 de junio 2017, 01:44

El Gobierno vasco, en coordinación con la Diputación Foral de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, ha puesto en marcha un operativo para tenerlo todo preparado por si en los próximos días Alberto Zerain y Mariano Galván aparecen con vida en la Arista Mazeno y ... fuese necesario acudir a su rescate. Las autoridades vascas se han ofrecido a la familia y al equipo del alpinista vitoriano para coordinar y agilizar todos los aspectos legales necesarios, fundamentalmente permisos, y económicos -el precio de una hora de vuelo de helicóptero se computa en Pakistán en decenas de miles de dólares- para no perder tiempo en auxiliar a los dos escaladores en caso de que se encuentren heridos o atrapados sin posibilidad de descender por sus propios medios.

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El factor humano es fundamental en un operativo de estas características. Además de sortear la burocracia pakistaní y respaldar con dinero el elevado coste del rescate, tiene que haber escaladores dispuestos a ayudar, que estén bien aclimatados, su nivel técnico les permita adentrarse en un terreno como la arista Mazeno del Nanga Parbat, y además se encuentren en una zona relativamente cercana al lugar donde se debe realizar el rescate. Y la casualidad ha querido que tres alpinistas de la talla de Alberto Iñurrategi, Mikel Zabalza y Juan Vallejo se encuentren en estos momentos de expedición en los Gasherbrum, dos ochomiles del Karakorum pakistaní situados a 200 kilómetros del Nanga Parbat. O lo que es lo mismo, a apenas hora y media de helicóptero de su campo base.

Su disponibilidad para ayudar en lo que hiciera falta la manifestaron desde un primer momento, su aclimatación es perfecta porque llevan ya casi un mes preparando la travesía de los Gasherbrum y su nivel técnico para desenvolverse en un terreno como la complicadísima arista Mazeno está fuera de toda duda. Hablamos de un auténtico Dream Team del alpinismo vasco. Tres escaladores que acumulan casi una treintena de ochomiles, decenas de vías de alta dificultad en Pirineos, Alpes y Himalaya -Mikel Zabalza es el director del Equipo Español de Alpinismo- y que en la última década han protagonizado algunas de las actividades de más alta dificultad del himalayismo a nivel internacional.

Helicóptero madrugador

Todo está preparado. Solo hace falta que Alberto Zerain y Mariano Galván aparezcan con vida. El paso de los días y la falta de noticias conforman la peor conjugación posible en estos casos, pero la esperanza sigue viva. «Si hay alguien que puede salir con vida de esta situación esos son Alberto y Mariano», explica Juanito Oiarzabal, que no dudó en buscar la compañía de Zerain cuando el año pasado se enroló, de la mano de Saunier Duval, en el proyecto de completar la repetición de los Catorce Ochomiles, el Desafío 2x14x8.000. «Su capacidad física y mental hace perfectamente posible que hayan perdido el Racetracker o se hayan quedado sin baterías y sigan avanzando por la arista sin posibilidad de comunicarse y ajenos a la que se ha montado por aquí», explica el alpinista vitoriano, que aún conserva el récord de ascensiones a ochomiles de un occidental (23).

Mientras tanto, el dispositivo para intentar localizarles está previsto que se reanude hoy. Los partes meteorológicos muestran una significativa mejoría y, si se confirman, esta madrugada, un helicóptero del Ejército pakistaní volverá a sobrevolar la arista Mazeno en busca de rastros de la cordada vasco-argentina.

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El objetivo es evitar que vuelva a ocurrir lo que pasó anteayer, cuando la aeronave se retrasó demasiado por problemas burocráticos y para cuando llegó al Nanga Parbat las nubes cubrían ya la arista Mazeno. Para ello, el rumano Alex Gavan recibirá un parte meteorológico a las 4 de la madrugada (hora local) y si se confirma la mejoría del tiempo avisará inmediatamente a la base de Skardu para que el helicóptero pueda estar en el campo base a las 7 de la mañana como muy tarde. A partir de ahí repetirían la operación que intentaron el miércoles. Con las coordenadas de la última posición conocida de Zerain y Galván en la mano, volarían hasta ese punto para comprobar si hay rastro de ellos, a 6.100 metros de altitud. Y si no lo hay, recorrerían toda la arista en su búsqueda.

Si finalmente hoy el helicóptero no puede volar, para mañana los partes meteorológicos son significativamente mejores y no ofrecen dudas sobre un cielo despejado sobre el Nanga Parbat durante casi toda la jornada, con lo que se podría realizar el vuelo de reconocimiento sin problemas. Una semana después de la última señal de vida que se tiene de Alberto y Mariano.

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Desde el equipo del alpinista vitoriano aclararon ayer que el miércoles, pese a lo que se informó inicialmente, el helicóptero no pudo llegar hasta el punto de la última señal de la baliza gps de la cordada, ni recorrer la arista en su búsqueda. Tras las casi tres horas de vuelo que completó y los numerosos intentos que realizó, las densas nubes que cubrían el Nanga Parbat se lo impidieron. No hay que olvidar que la navegación con esas aeronaves es visual y aventurarse a ciegas en un terreno repleto de picos, crestas y salientes de roca -los 9 kilómetros de la arista Mazeno incluyen siete picos por encima de los siete mil metros- es una temeridad a la que no se enfrentaría ni el más experto de los pilotos.

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