El reto más complejo y emotivo de Virginia Berasategui

Antes de enfrentarse a la prueba de hoy, Virginia ya se había probado este mes en Bermeo y Gorliz, donde volvió a saborear el triunfo en su regreso a la competición. En ambas pruebas, de distancia sprint -750 m de natación, 20 km de ciclismo y 5 km de carrera a pie-, se hizo con el entorchado sin discusión. En esta ocasión, la distancia era Half -1900 m de natación, 90 km de ciclismo y 21 km de carrera a pie- y le ha tocado sufrir porque lleva semanas con problemas en un pie. Pero ha conseguido que sus contratiempos físicos le afecten lo menos posible y se ha llevado el tercer puesto.

En el terreno psicológico, la triatleta ha tenido que pasar unos días difíciles antes de enfrentarse a la dura prueba de hoy. En las redes sociales, sus defensores y detractores se han enzarzado en varios comentarios, a los que ella ha intentado hacer poco caso. En 2013, el año en el que se la desposeyó del triunfo al dar positivo, el segundo puesto fue para la sueca Asa Lunström. Pues bien, la nórdica no se ha callado y el pasado martes dio su opinión en Facebook sobre su nuevo enfrentamiento con la vizcaína.

«La última vez que estuve en Bilbao fue en 2013. Corrí el Bilbao Triathlon y la ganadora resultó ser que dio positivo por dopaje. Mi victoria me llegó por correo varias semanas después de la carrera. Ahora volveré a participar en Bilbao y resulta que ella también correrá. Para mí es un absoluto misterio que un positivo se solucioné con sólo dos años de sanción. #Saynotodoping #cleansport #fairracing»

Pero a Virginia ya no le preocupan las reacciones. En una entrevista publicada recientemente en EL CORREO dijo: «Todo el mundo está en su derecho a mirarme como quiera, pero me gustaría que ya no me juzgaran más y pueda seguir con mi vida. Me quedo con la gente que va a ir a verme. Y con haber conseguido salir del túnel. Quedan secuelas, pero algo mínimo comparado con todo lo que he vivido en estos tres años. Yo soy libre de estar aquí». Un bronce para ella.