«Fue tan duro que en la cima solo pensé en volver a casa»

Entre todas las preguntas enviadas por los usuarios había muchas que hacían referencia a si hace falta estar loco para dedicarse a esto. Txikon, acostumbrado a este tipo de preguntas, ha mencionado que «no hace falta estarlo». «Me lo plantean muchas veces, pero es que la naturaleza me encanta desde que de pequeño subía al Gorbea con apenas tres añitos. Amo la naturaleza, pero no quiere decir que cuanto más dura sea más nos encanta. Hace falta ser un poco alocado, pero con sensatez», ha advertido.

Respecto a si pasó miedo en la ascensión al Nanga, Txikon ha afirmado que «más que miedo guardas mucho respeto». «No dudamos en poder volver. Nunca hay que bajar la guardia, pero siempre guardamos fuerzas. Muchas veces he visto mi vida en peligro, pero creo que he ido siempre actuando de la manera correcta. Eso sí, hay factores externos que nos puedes controlar y nunca te puedes relajar», ha añadido.

«Al llegar a la cima no pensé en nadie»

«¿Qué sentiste al hacer cumbre y si pensaste en alguien?», ha sido la pregunta formulada por otro usuario de elcorreo.com. Txikon ha sido claro: «Hay otras veces cuando coronas un 8000 que sí que lo haces, pero con el Nanga solo te viene a la cabeza que ahora tienes que bajar. Fue tan duro, tan exigente..., que solo eres consciente y estás concentrado que ahora te queda la bajada».

El alpinista vizcaíno ha querido recordar a toda esa gente -amigos- que ha perdido en todos estos años. «Está claro que la familia y amigos siempre tienen esa cosa que quizás no te vuelvan a ver. Llevo ya tantos años practicando este deporte que aunque lo pasan mal están acostumbrados. Mi ama por ejemplo siempre coloca una vela todas las noches», ha afirmado. Por último, Txikon ha dejado claro que todavía no tiene en mente «ningún reto». «Descarto todo por el momento. Pasas tanto tiempo fuera que ahora toca estar un tiempo en casa. Después ya veremos», ha concluído.