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robert basic
Viernes, 19 de febrero 2016, 01:10
Víctor Tomás cumplió el pasado lunes 31 años y lo hizo solo cuatro días después de hacerse pública su renovación con el Barcelona por cuatro temporadas más, hasta el 30 de junio de 2020. Una magnífica disculpa para hablar de balonmano con el capitán blaugrana, ... quien lleva casi la mitad de su vida defendiendo el escudo del club con el que ha ganado 34 grandes títulos. El número es provisional porque sabe que los trofeos seguirán desbordando sus vitrinas. Fuera de la burbuja Barça, donde todo es felicidad absoluta y no entran ni las balas, le dolió especialmente perder la final del Europeo contra Alemania. Más que nada por la manera en la que se produjo la derrota: ni España era España ni él era Víctor Tomás.
«Ha sido un buen torneo y nos llevamos grandes experiencias, pero nunca olvidaré la peor final que he jugado». Fue así como se sinceró en Twitter.
Personalmente, lo encajé muy mal. Una final se puede perder, pero no de la forma en la que perdimos. No estuvimos dentro del partido en ningún momento y tampoco dimos la cara. Me dolió mucho porque es complicado llegar hasta donde llegamos y fue triste por cómo perdimos.
¿Con el paso del tiempo la plata sabe mejor?
No es que sepa mejor, la plata tuvo el mismo valor al término del partido que ahora, que es mucho. En la historia del balonmano español solo hay tres platas europeas y su valor es el mismo. Simplemente el tiempo cura las heridas.
Supongo que no tiene ni idea de lo que les pasó en la final.
Partíamos como favoritos y ya veremos a partir de ahora cómo gestiona Alemania esa presión de ser favorita por ser campeona de Europa. En la final... fue un bloqueo. La final nos superó a nivel mental y Alemania nos pasó por encima. ¿Qué nos pasó? No se lo puedo explicar con palabras. Todo el mundo vio en la pista que aquello no iba, que había un grandísimo equipo y otro que no sabía qué hacer. Fue un desastre, la verdad.
No merecieron ganar aquel partido, de acuerdo, ¿pero merecieron regresar con el oro?
El que gana el oro es el que más lo merece. Si no ganamos fue por determinadas cosas. Merecimos llegar a la final, merecimos el oro por la trayectoria que habíamos hecho hasta entonces, pero Alemania se ganó a pulso el título. Nos fuimos a casa con lo que nos merecimos volver a casa.
Al poco de regresar renovó con el Barça y se mostró «eternamente agradecido» al club de su vida. Habrán tardado cinco minutos en ponerse de acuerdo.
Tardamos un poquito más de cinco minutos (risas). Iniciamos las conversaciones el año anterior y no acabamos de ponernos de acuerdo. Me quedaba un año más de contrato y decidimos hablarlo tranquilamente esta temporada. Con la entrada de Barrufet en la organización de la sección como director deportivo todo fue muy sencillo y no hubo problemas.
Ha ganado todo con el Barça y se le ve hambriento como el primer día. Celebra cada gol como si fuera el último. ¿Cómo consigue mantener la ambición intacta?
Me gusta mucho jugar al balonmano. Con los años te das cuenta de la suerte que tienes por estar en casa y en un club como el Barcelona y hacer lo que más te gusta. Eso hace que disfrutes incluso más y comprendas lo afortunado que eres. Me gusta mucho entrenarme, estar con los compañeros, competir... Es el secreto para seguir con las mismas ganas y ambición.
La ASOBAL se ha quedado en huesos. ¿Le da pena en lo que se ha convertido la competición?
La ASOBAL no es lo que era. Tanto yo como el Barcelona somos los primeros interesados en que la Liga estuviera muchísimo mejor de lo que está. No estoy orgulloso de lo que es hoy en día la Liga. Los éxitos que ha dado este deporte a España a nivel de clubes y de selección merecería un mayor reconocimiento y más presencia en los medios de comunicación.
Se vende mal.
Se nos hace muy poco caso. Es verdad que ahora se trata de un producto difícil de vender, pero cuando era fácil de vender tampoco lo querían. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Así que un año más solo tienen un objetivo: la Champions.
El objetivo es ganarlo todo y para ello hay que salir a la pista y hacerlo. Llevar 79 victorias seguidas (en la ASOBAL) no es nada sencillo. No puedes tener un día malo, un día tonto...
Ya, pero son tan superiores...
Somos superiores porque trabajamos para serlo, no porque hemos nacido así. Tenemos dos brazos y dos piernas como todo el mundo. Sí, de acuerdo, somos el equipo favorito y del que todos esperan que gane todo. Lo aceptamos y es así. Pero hay un trabajo detrás que no se puede obviar. Si perdiéramos una competición doméstica sería una catástrofe y es algo que no nos lo podemos permitir. ¿El objetivo? Todos los títulos.
¿A qué equipos ve muy fuertes este año en la carrera por el título continental?
Veo muy fuerte al Flensburg. Desde que Vranjes está en el banquillo ha cogido un estilo de juego y tiene un carácter especial. Será un rival muy duro. Y luego hay clubes que a doble partido o en una hipotética semifinal o final de la Final Four te pueden ganar. Pienso sobre todo en el PSG, Veszprém y Kielce. Afortunadamente, hay muchísimos equipos de gran nivel en la Champions. Es una competición preciosa.
Respeto por Karabatic
Hagamos un breve test. ¿Quién es el jugador que más le ha impresionado en la pista?
Hay muchos jugadores que me han impresionando por distintos motivos. He compartido vestuario con grandes figuras y, por ejemplo, Raúl Entrerríos, que sin tener un físico espectacular, marca las diferencias. Pero Nikola Karabatic, por su hambre y actitud, es el mejor jugador del mundo. Nadie le ha regalado nada y se lo ha ganado todo en la pista.
Continúe.
Otro jugador que me gusta por su actitud y por forma de ser, y encima es todavía más pequeño que yo, es Anders Eggert. Es un superclase.
Menudo extremo.
Es maravilloso. Siempre está feliz en la pista y transmite buenas sensaciones.
¿Un portero al que no quiere ver ni en pintura?
(Se lo piensa). El portero que más horas de sueño me ha quitado a lo largo de todos estos años es Thierry Omeyer.
Encima sabe provocar.
Creo que con los años se ha calmado un poco en este sentido. Hay grandísimos porteros como Landin, Sterbik y el propio Omeyer, pero ahora mismo intento no pensar mucho en ellos. Cuanto más piensas en un portero peor juegas contra él.
¿El defensa más duro que ha conocido?
Hay una gran diferencia entre el mejor defensa y el defensa más duro...
Mucha.
Los mejores defensores que he visto en mi carrera han sido Dinart y Magnus Jernemyr. Y ahora mismo la pareja formada por Gedeón Guardiola y Viran Morros es increíble.
Por curiosidad, ¿cuántas horas mete en el gimnasio a la semana para estar como está?
Con los años hay que ir rebajando un poquito. Pero más que el gimnasio es la preparación en general. En el Barcelona no tenemos un volumen grande de trabajo en cuanto a las horas, pero los entrenamientos se aprovechan mucho. Nos entrenamos como mucho dos veces al día los lunes un par de horas cada sesión y el resto de la semana son dos horas al día. Luego a mí me gusta jugar un partido de pádel, ir a correr... Y no mucho más porque hay bastantes viajes, partidos...
Con 34 títulos con el Barça, ¿qué le falta por conseguir?
Tengo medallas de las grandes competiciones conquistadas con la selección, pero me queda por ganar el oro europeo y el oro olímpico. Y en mis planes no entra retirarme después de cumplir este contrato.
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