Iker Romero, a punto de ejecutar un disparo en un encuentro contra el Barça.
Entrevista a iker romero

"He disfrutado al máximo y me lo he pasado en grande"

El genial lateral vitoriano dice adiós al balonmano tras 18 años en la élite y con las vitrinas repletas de títulos

robert basic

Viernes, 26 de junio 2015, 02:05

Hace poco se supo de la decisión de Iker Romero (Vitoria, 1980) de colgar las zapatillas y decir adiós al deporte en el que ha conseguido prácticamente todo. Uno de los brazos más potentes del balonmano mundial, todo carácter y sangre caliente, ha puesto punto ... y final a una brillante carrera con una vitrina repleta de trofeos: un Mundial, un bronce olímpico, una plata europea, dos Champions, tres ASOBAL, cinco Copas del Rey, una Recopa, una Copa EHF... Uno se queda sin aliento con solo enumerarlo, pero ha llegado el momento de dejarlo. El genial lateral vitoriano habla con elcorreo.com de los motivos de su adiós y de un pasado construido sobre un mar de éxitos. Contesta desde Barcelona, donde pasa unos días de vacaciones.

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¿Qué va a hacer ahora?

De momento, descansar (risas). Tengo un par de ideas, algunas vinculadas al balonmano y otras no, y debo valorar qué me conviene más y qué es lo que me motiva. A finales de julio tomaré la decisión definitiva.

El año pasado también dijo que se retiraba y al final renovó con el Füchse. ¿Este adiós es el definitivo?

Sí, sí, es definitivo, aunque conmigo nunca se sabe. He hecho lo que tenía que hacer y ahora quiero hacer cosas nuevas, probar algo diferente. La retirada es definitiva.

Todavía no ha cumplido 35 años. Hay muchos jugadores con esa edad y también mayores que siguen en activo. ¿Las lesiones han precipitado su marcha?

Tengo bastantes problemas en la rodilla y así es difícil seguir al nivel que uno quiere, al que está acostumbrado. No lo veía claro y tampoco quería seguir por seguir.

¿Qué es lo que más echará de menos?

Las experiencias y los momentos vividos con los compañeros y amigos. Llevo 18 años en la élite y me imagino que echaré de menos la competición. Ahora no, que estoy de vacaciones, pero luego seguro que sí. Se lo diré en agosto (risas).

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Cuando echa la vista atrás, ¿qué ve?

Que lo he hecho lo mejor que he podido. He disfrutado al máximo, me lo he pasado en grande, he conocido a mucha gente, clubes y lugares, he saboreado el deporte y lo he dado todo. Todo lo que veo es positivo y estoy muy contento.

¿Cómo le ha dado por jugar al balonmano en una ciudad consagrada al baloncesto?

Fue por mi hermano mayor. Me llevaba cinco años y jugaba en los Corazonistas. Le veía jugar y decía: Yo también quiero. Empecé con ocho años y... hasta aquí hemos llegado.

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¿Se dio cuenta pronto de que podía llegar alto, de que era bueno?

¡Qué va! No me lo podía ni imaginar. Ni con 15 o 16 años pensaba que iba a jugar en los equipos en los que he jugado ni que haría lo que he hecho. ¡Imposible! Pero vas poco a poco, pasito a pasito y... llegas.

Con 17 años ya estaba en Valladolid y luego llegaron el Ademar, Ciudad Real, Barcelona y Füchse. ¿Qué se lleva de cada uno de estos clubes?

Momentos de puta madre, de la leche, unas vivencias... No puedo decir que haya un solo sitio en el que no haya estado a gusto o donde me han tratado mal, al revés. Lo que me llevo son cosas buenas y experiencias muy positivas.

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El Valladolid está en División de Honor B, el Ademar está como está y el Ciudad Real ha desaparecido. ¿El balonmano está bajo mínimos en España?

Está bajo mínimos, mínimos. Ahora mismo quitando al Barcelona y un poco el Naturhouse lo demás está muerto. Entre todos hay que remar y ayudar para que al menos el nivel no baje más y que vayamos en una línea ascendente.

¿La ASOBAL tiene solución?

En esta vida todo tiene solución, pero no pretendamos arreglarlo en un año y recuperar la Liga que teníamos. A veces se pasa por malos momentos y solo tienes dos opciones: remar y tirar para adelante o dejarlo y hundirte. Si queremos que el barco siga a flote y navegando, pues habrá que explorar todas las posibilidades. ¿Es difícil? Claro, pero las hay.

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¿Qué le comentan sus amigos que juegan en la ASOBAL y no lo hacen ni el Barça ni en el Naturhouse?

Que el tema está complicado. Encontrar un club en España en el que puedes disfrutar de la élite del balonmano y con un contrato digno es muy difícil. Es más bien supervivencia, pero entre todos se podría mejorar la situación.

¿Lo único que les queda a los jugadores españoles es emigrar?

Por ahora no hay otra fórmula porque la ASOBAL ha bajado tanto de calidad que a la gente no le da para jugar en el Barcelona. Una de dos: o emigran o se quedan a un nivel muy, muy inferior al que en realidad podrían dar.

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Paraíso alemán

Ha estado cuatro años en la Bundesliga. ¿Aquello es otro mundo?

Totalmente. Allí tienen una Liga muy bien organizada, una de las competiciones más importantes del mundo, pabellones llenos y todos los contratos están en A.

¿Alguna vez han tardado en pagarle o le deben algo?

Puedo decir que en todos los equipos en los que he estado, tanto en Alemania como en España, siempre me han pagado religiosamente.

Ha tenido suerte.

Sí, tanto en Valladolid, León, Ciudad Real, Barcelona y Berlín no han dejado de pagarme ni un solo mes.

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¿Ante cuántas personas ha llegado a jugar en Alemania?

No sé si en el Kölnarena ahora Lanxess Arena jugamos ante 20.000 espectadores. La cifra exacta no me la sé, no estoy seguro, pero andará por ahí.

El balonmano es una religión en Alemania.

Absolutamente. Es el segundo deporte del país después del fútbol y con esa afición es más fácil llenar los pabellones. Es muy diferente cómo se vive el balonmano en Alemania y en España, ni punto de comparación.

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¿Quién es el mejor jugador contra el que ha jugado nunca?

Si tengo que decir a uno, siempre me ha gustado Ivano Balic.

¿El partido que recordará para siempre?

No podría decir solo uno. La final del Mundial de Túnez, donde ganamos el oro, la primera Champions con el Barcelona y el bronce olímpico.

¿La derrota que más le ha dolido?

Yo creo que todas, pero la que más... la semifinal de los Juegos Olímpicos (Pekín).

¿El defensa que más duro le ha dado?

Solo ha habido un jugador que me ha roto la nariz dos veces y es uno de mis mejores amigos: Juancho Pérez.

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¿Un portero que no quería ver ni en pintura?

No tengo una bestia negra, todos me han parado mucho. Había días en los que no metía nada y otros me entraba todo.

Construya su siete ideal.

Ufff, vamos a ver (se lo piensa). Svensson, Juanín, Karabatic, Balic, Stefansson, Dzomba y Uríos.

¿Le dará por entrenar?

A priori no, pero no puedo decir 'de este agua no beberé'.

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