Josu García
Lunes, 22 de agosto 2016, 17:44
No estaba entre los favoritos, pero Carlos Coloma dio ayer toda una lección de mountain bike para alzarse con una presea de bronce que sabe a gloria. Para los que no están puestos en este espectacular deporte, ahí van cinco apuntes que pueden explicar ... el éxito del riojano en su fabulosa carrera de Río 2016.
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1.-Parón en el grupo cabecero. El biker español hizo una buena salida, pero no óptima, en un circuito complicadísimo. Con todo, un tapón en uno de los obstáculos le dejó un tanto alejado de la cabeza. Sin embargo, cuando estaba a punto de acabar la primera vuelta se vio beneficiado por las dudas que surgieron en los que iban por delante. El todopoderoso Nino Schurter (medalla de oro) echó el freno para ver quién había soportado su bestial arranque. Momento para respirar y ordenar la carrera. El suizo se detuvo y cedió el mando de la prueba unos instantes. Coincidió, además, con el paso por el avituallamiento. Coloma aprovechó por detrás para darlo todo y enlazar. De no haberlo hecho
2.-Conducción exquisita. Coloma hizo un pilotaje de 10. Trazó bien todas las curvas, incluso se movió como pez en el agua en el barro. Todos los que practicamos este deporte sabemos lo determinante que resulta cometer un error. Una caída o simplemente quedarse atascado en algún punto del circuito se paga con muchos segundos y puestos. Remontar es dificilísimo. El riojano bailó sobre las rocas y la tierra mojada. Todo ello sobre una bicicleta con sólo suspensión delantera, mientras que los otros dos medallistas llevaban la siempre más cómoda y segura doble suspensión (atención a las cubiertas gruesas que montó Schurter).
3.-Coloma eligió muy bien su material. Al menos se le vio muy a gusto sobre el sillín. Los bikers tienen que prestar mucha atención a las condiciones del circuito (también a las meteorológicas) para escoger unos neumáticos adecuados y, sobre todo, con qué cantidad de aire rellenarlos. La presión determina tanto el agarre como el coeficiente de rozamiento contra el que tendrá que luchar el ciclista. También hay que decidir cuanta presión le metemos a los amortiguadores. Una mala elección suele ser fatal.
4.-Rivales KO por averías. Se ha hablado mucho de Peter Sagan y sus problemas mecánicos, pero hubo más rivales que se quedaron fuera. Sobre todo Absalon y Fontana. Para lograr medalla hay que soslayar la mala suerte. Coloma consiguió sacudírsela de encima, aunque perdió a su compañero Hermida en el primer minuto de carrera. Con todo, la pericia para saber conservar la mecánica también cuenta y el medallista español estuvo, como hemos dicho antes, sublime en la conducción.
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5.-Buenas piernas. Todo lo anterior no hubiera sido suficiente, si el riojano no llega a tener el estado de forma que lució ayer. Impresionante. También corrió de forma inteligente. Cuando cogió a Schurter, el suizo le cedió el mando de la prueba. Un caramelo envenenado que Coloma supo digerir. Tiró, consciente de que se jugaba uno de los metales, pero no se cebó (se le vio beber varias veces). Gran trabajo y muy merecida su medalla.
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