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Emilio V. Escudero
Martes, 16 de agosto 2016, 03:38
Laia Palau (Barcelona, 1979) dejará la selección cuando acaben los Juegos. Adiós a 14 años luciendo la elástica nacional cada verano. Acumulando éxitos y decepciones. Siendo testigo de la transformación del equipo nacional, que ha pasado de contentarse por ir a los grandes torneos a ... luchar por los títulos. No hay otra jugadora con más medallas y en Río busca otra. Un último reto que tiene en el horizonte un metal olímpico que pasa por ganar (19.30 horas) a Turquía en cuartos de final.
¿Cómo está viviendo esta última aventura?
Muy bien, estoy disfrutando mucho. A pesar de haber estado en otros Juegos, estos están siendo diferentes y especiales. Los estoy viviendo de una manera muy intensa. En la pista y fuera de ella. Las risas en la Villa, los ratos de convivencia... Además, todo lo que hemos pasado para estar aquí influye para vivirlo así. Este es un equipo diferente. Las aspiraciones que tenemos son diferentes. Estoy encantada.
¿Cómo ha cambiado la selección desde que debutó?
Siempre hemos sido un equipo que ha sufrido mucho. Parece que es nuestro destino. Todas las medallas las hemos conseguido con mucho esfuerzo y jugando al máximo. La llegada de Sancho Lyttle es lo que nos dio un plus para codearnos con las grandes, pero ahora sin Sancho, pues toca volver a lo mismo de antes. A encarar cada partido como si fueran una final, porque no tenemos esa capacidad que tenemos con ella. El problema es que cuando quedas subcampeona del mundo y eres campeón de Europa, tus retos se amplían. Recuerdo que en Pekín y Atenas el premio era estar allí, pero había muchas selecciones por delante. Aquí, por delante hay un par y luego hay un grupo muy abierto en el que estamos muchos países.
¿Cuál es el reto de este equipo?
Para mí, pasar el partido de cuartos, que es algo que no hemos hecho nunca en unos Juegos. Este grupo se merece estar entre las cuatro primeras. Hemos hecho un equipo brillante y tenemos potencial para estar ahí.
¿Cuando se habla de deporte femenino, parece que siempre se hace de esfuerzo y garra... ¿Es lo único?
No, claro que no. Yo creo que el talento lo tenemos. No solo ganamos porque sudemos más que las otras. La garra, el orgullo, la lucha, el esfuerzo... Son valores bastante interesantes. Que sigan hablando de esto está muy bien, pero no es lo único. Respecto al deporte femenino deberían cambiar muchas cosas, pero vamos poco a poco.
¿Cuál sería para usted el final feliz a su carrera?
Tiene una que ser medalla olímpica, que es lo que nos falta. Con eso ya no podría pedir más a este grupo. Me muero si la ganamos y mira que he ganado cosas. Es un sueño que siempre se tiene y que ahora puede hacerse realidad. Me emociono solo de pensarlo y creo que puede pasar. Siendo realista. Un sueño posible.
¿Y se ha imaginado como sería?
Pues mira, el otro día lo visualicé, que es algo que no suelo hacer. ¡Pero es que estamos tan cerca y tan lejos a la vez! Ganar el partido el partido de cuartos te pone allí...
¿Y lo ve cerca o lejos?
No sé. Aún no hemos hecho nada. Estamos orgullosas de nuestro camino hasta aquí, pero al final el partido que hay que ganar es el de cuartos. Hacerlo bien en el grupo va bien porque te reafirmas en un camino, pero la medalla aún está lejos porque tenemos que ganar al menos dos partidos más para lograrla. La verdad es que tenemos opciones, pero somos unas cagadas. Siempre vamos pensando que podemos perder y al final, acabamos ganando.
Ahora espera Turquia en cuartos, un viejo conocido...
Sí, nos conocemos muy bien. Siempre nos jugamos cosas contra ellas en los últimos años. Lo único que me relaja un poco, es que al final solemos ganar, pero será muy complicado. Nos jugamos contra ellas las semis del Mundial, en su casa, y les ganamos. Será un partido muy trabado, porque es un equipo que controla mucho el juego. Juega a destruir, con una defensa que te atenaza. No vamos sobradas. Será un partido de pocos puntos. Ataques muy largos. Un partido de paciencia.
Tras no estar en Londres, estar en los Juegos de nuevo era casi una obligación para este grupo?
Eso fue un tropiezo. Si miras las cosas con perspectiva, a otros deportes, nadie está ahí siempre. Es muy complicado. Mire la selección de fútbol, que ha caído en los últimos campeonatos a las primeras de cambio. ¿De todos los veranos, cuándo no hemos competido bien? Muy pocos. Ese año maldito de Polonia que nos dejó sin Juegos.
¿Qué tiene de especial vestir esta camiseta?
Pues que hace 15 años que me la pongo. Para mí es la cita ineludible del año. De cada verano. Lo bueno que ha tenido esta selección es que cada año hay cosas por pelear que merecen la pena. Siempre hay un reto. Mi compromiso con la selección son muchos años y no lo sé describir con palabras.
Después de todos los problemas que se había hablado (Zika, Villa Olímpica...), ¿cómo está viendo los Juegos?
Fue todo una mentira. Está yendo todo súper bien. Me siento como en casa. No tenemos que hablar en inglés. Nos entendemos. Son súper amables con nosotras. Yo me siento como en España. Las cosas empezaron mal, pero han ido arreglando los problemas sobre la marcha. Ni Zika, ni mosquitos, ni nada. No es tercermundista como se ha hecho creer por ahí.
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