
S. D.
Sábado, 13 de agosto 2016, 18:47
Vigilando a sus rivales y remontando desde posiciones retrasadas, Usain Bolt pegó un arreón en los últimos 30 metros y entró casi trotando en la meta. Sobradísimo. Así ganó el jamaicano su serie de los 100 metros (con un tiempo de 10.07) ante un estadio olímpico puesto de pie, entregado a la estrella más impactante del atletismo mundial. Un espectáculo en los prolegómenos, durante el suspiro de carrera y en la zona mixta, atendiendo a la prensa e intercambiando bromas con los espectadores. «Relámpago» Bolt ha irrumpido en Río 2016 y la fiesta ha subido de nivel.
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Partió por el sexto carril en la séptima serie, la penúltima, se pasó las manos por la cara y la cabeza casi rapada cuando su imagen apareció en pantalla entre el clamor popular, reclamó silencio a la grada, se santiguó dos veces en los tacos de salida, se trastabilló en los primeros pasos y remontó como el que no quiere la cosa.
Su más encarnizado rival, el norteamericano Justin Gatlin, oro en Atenas 2004 y subcampeón del mundo en Pekín 2015 detrás de Bolt, dominó su serie con un tiempo de 10.01. Tampoco defraudó el jamaicano Yohan Blake, campeón del mundo en Daegu 2011, que se impuso en la suya con 10.11.
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