Zidane se enreda con los cambios

Mientras Zidane descompensaba al Madrid retirando a su mejor activo el sábado en el centro del campo, optando por un mero cambio de cromos cuando tocaba reforzar la medular sacando a uno de los integrantes de la BBC, Simeone añadía músculo en esa zona dando entrada a Thomas por Fernando Torres. Minutos antes había metido a Correa por Saúl y el argentino volvió a ratificar su condición de revulsivo dándole a Griezmann el pase que significó las tablas. El Cholo le ganó la partida táctica a Zidane con sus cambios, aspecto en el que el argentino es un experto. Sus decisiones avanzados los encuentros le han dado grandes réditos al conjunto del Manzanares, como cuando sacó a Gameiro en El Molinón un día en el que el Atlético andaba alicaído, encaminándose hacia el empate o la derrota frente al Sporting y el delantero francés puso patas arriba el choque con un 'hat-trick' en cinco minutos. O, remontándose meses atrás, cuando sacó a Carrasco por Augusto y el belga puso las tablas en la final de Milán que acabaría significando la 'undécima' para el Madrid. Partido aquel en el que Zidane optó por la misma variante que el sábado en el Bernabéu, sacando a Isco por Kroos siete minutos antes de que los rojiblancos pusiesen el 1-1 en el marcador.

El 'equilibrio' de Zidane

Como en Milán, Zidane ha tomado numerosas decisiones controvertidas en lo que va de campaña. Ya fue vapuleado el entrenador del Real Madrid cuando optó por retirar a Modric en San Mamés en el partido correspondiente a la vigésimo octava jornada cuando los blancos dominaban por 1-0. Insertó en lugar del croata a Lucas Vázquez, dejando al equipo huérfano de un faro en el mediocentro. Tres minutos después Aduriz igualaba el choque. Se salvó entonces el Madrid gracias a un tanto de Casemiro que no sirvió para acallar las preguntas sobre un cambio que pocos entendieron. Defendió entonces 'Zizou' que su objetivo era «tener un poco más de equilibrio», sumando la capacidad de sacrificio del gallego al esfuerzo defensivo de Carvajal por el costado derecho. «No significa que nosotros diésemos un paso atrás para esperar al rival. Al contrario, era para tener un poco más de equilibrio. Y con los dos de arriba también, estar un poco más en el medio. Y cambiamos al final con Isco y Morata por eso», abundó.

Como ocurrió tras el choque en 'La Catedral', Zidane no quiso admitir que ante el Atlético sus decisiones repercutiesen negativamente en el resultado. Atribuyó el gol de Griezmann a la falta de «concentración» en los últimos minutos en los que, dijo, «había que defender juntos». «Siempre cuando hay un resultado negativo se pueden mirar los cambios pero el de Pepe era obligatorio y al final quería meter a Isco defendiendo a la izquierda y teniendo el balón. Ya está», remachó.