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Javier Ortiz de Lazcano
Sábado, 3 de diciembre 2016, 01:50
El director deportivo, Fran Garagarza, busca al periodista. «El míster me ha pedido que te pase al antepalco para la entrevista». El Eibar es como su entrenador, José Luis Mendilibar (Zaldibar, 56 años), cercano. «En el fútbol si no te vas, te echan», reflexiona el ... técnico, que con su fútbol decidido y de altísimo ritmo ha colocado a su equipo en la zona noble de la clasificación.
- ¿Qué Athletic espera?
- El Athletic es agresivo en San Mamés. Con su público es un equipo muy difícil para meterle mano. Tiene aspiraciones de Europa. Compite para ganar cada partido, y en casa más todavía.
- Sin embargo, hay dudas con respecto al juego rojiblanco.
- Ha habido momentos mejores que ahora esta misma temporada. A causa de las lesiones y de jugar en Europa no puede repetir alineaciones. Es difícil estar siempre al cien por cien.
- No se medirán ni a Aduriz ni a Raúl García. ¿Un alivio?
- Con ellos, el Athletic es más fuerte. Aduriz está metiendo muchos goles. Raúl está siempre en la pelea. O mete o pasa. Disputan cada balón y el rival no está cómodo con ellos. Lo pueden notar, pero el Athletic tiene gente para suplirles.
- ¿Es buen momento para pasar por Bilbao?
- Nunca es buen momento para medirse al Athletic en su casa. Es verdad que estamos bien, pero ellos, no sé de dónde, siempre sacan algo más en San Mamés. Será el público, será el campo...
- Dicen que es exigente y a la vez cercano a sus jugadores. ¿Cómo logra el punto de equilibrio?
- En el entrenamiento soy exigente, pero pasan treinta segundos, voy al vestuario y mi trato es cercano, aunque con algunos futbolistas tienes más feeling que con otros. Hay algunos a los que les puedes decir cualquier barbaridad y luego te tratan normal. Si alguno me pone mala cara, trato de ser cuidadoso. Hay gente que aguanta más que otros. A alguno le puedes echar una bronca y perderlo.
- ¿Con quiénes tiene más sintonía?
- Con muchos, con Sergi (Enrich), Dani (García), Iván (Ramis)... Te digo tres, como puedo decir otros ocho o diez.
- ¿Qué le pide a un jugador cuando llega?
- Que entienda lo que quiero de él, que se adapte a lo que yo le pido, aunque el técnico de antes le pidiera otras cosas. El jugador debe ser listo y entender al entrenador si quiere jugar.
- Su equipo es la revelación de la temporada. ¿Cuál es el secreto?
- No tenemos ningún lesionado, el equipo se entrena bien a diario. Salgo con buen sabor de boca de la gran mayoría de las sesiones. La gente viene con alegría a entrenar.
- ¿Qué es lo que más le enorgullece?
- Por ejemplo, en Gijón, cambié diez jugadores en Copa y competimos (ganaron 1-2). Seis u ocho llevaban más de un mes sin jugar desde el inicio. Me enorgullezco cuando veo que mi equipo lo da todo. Que no puedes ganar, no pasa nada, pero hemos competido en los catorce partidos jugados esta temporada. No hemos hecho el indio en ninguno.
- ¿A qué aspira?
- El objetivo principal es la salvación. Hay diez equipos en Primera de los que puede bajar cualquiera, pero de esos también uno o dos se pueden meter en la pelea por Europa para entrar de chamba si alguno falla, como pasa con el Valencia.
- ¿Qué fue lo primero que sintió al tener conocimiento del vídeo de Enrich y Luna?
- No me sorprendió.
- ¿No le sorprendió?
- Les conozco. Sergi es el mejor. No hay otro como Enrich, pero ni aquí ni en ningún equipo. Fíjate los que he entrenado y no he encontrado un tipo como él en ninguno. Y Antonio también es buen tipo para el equipo. Son alegres, son vivarachos. Vienen siempre contentos a entrenar. Cuando no ha jugado, Sergi ha sumado. Un diez, no; un once. Siempre está a gusto, animando, ayudando a los compañeros. También sé cómo son aparte. No me sorprende. Creo que se han equivocado, y punto. Y nada más y nada más y nada más. No les tenemos que crucificar, creo yo.
- ¿Les hubiera sancionado internamente?
- No.
- Hay mucha gente que defiende otra postura.
- Ya. Perfecto, perfecto.
- Delante del Athletic. ¿Piensa en Europa?
- Para nada. La meta son 42 puntos, aunque si a falta de siete y ocho partidos podemos ir a por otra cosa, mucho mejor. Vamos bien, pero en Primera si entras en la racha mala es difícil darle le vuelta.
- ¿Qué significaría una nueva permanencia para el club?
- Consolidarnos en la categoría. Las cosas se hacen bien económicamente. Superávit la pasada campaña, superávit previsto para ésta. No nos vamos a volver locos. Hay equipos en Primera con una mochila de deudas, como Sporting y Osasuna. Nosotros no la tenemos y debemos aprovecharnos de eso.
«Cinco o seis caras nuevas»
- En las dos campañas anteriores el Eibar bajó su rendimiento en la segunda vuelta. ¿Por qué cree que esta vez no va a ser así?
- Hay cinco o seis caras nuevas en el once. Los que han desaparecido, a excepción de Keko (Málaga) y Borja Bastón (Swansea), están en el banquillo. Son los casos de Escalante, Capa, Adrián... Hemos acertado con la gente que hemos traído y tenemos más fondo de armario para aguantar la temporada.
- ¿Quién fue su maestro como entrenador?
-Irureta me cogió con 24 años en el Sestao en Segunda A. Esos tres años que estuve con él, me marcaron. Estuvimos a punto de ascender. Aprendí mucho. Si me preguntas quién es mi maestro, digo que él.
- De los técnicos que están en activo, ¿a quién toma como referencia?
- El juego que más me gusta es el del Eibar y el del Athletic. Somos bastante parecidos. Me va llegar rápido al área, ocupar las cercanías para volver a atacar si hay rechaces. No soy un entrenador al que le guste tener el balón en mi campo. Soy de ritmos, aunque vayamos ganando. Muchas veces, cuando vamos delante, mis equipos son malos si bajamos el ritmo. Yo tengo mucha culpa de eso porque en los entrenamientos incido en el ritmo. Por eso insisto en jugar en el campo contrario y no en el mío. El equipo más parecido a nosotros es el Athletic. A los bilbaínos les viene bien medirse a los conjuntos que dejamos nosotros quince días antes porque pueden analizar cómo genera problemas un once muy parecido a ellos.
- ¿A qué aspira en su carrera?
- Estoy contento con lo que tengo. Alguno puede decir pides poco. Como jugador soñaba con estar en Primera; como entrenador no era algo que me planteara porque hay muchos para pocos equipos. No me marcharía como un loco del Eibar para ir al Sevilla, por ejemplo. ¿Por qué? Estoy bien, me tratan bien. Ya me vale con eso.
- Lamikiz dijo de usted que iba a ser el Ferguson del Athletic. A ver si resulta que lo va a ser del Eibar.
- Es muy complicado. En el Athletic y el Levante estuve poco tiempo, pero en el Valladlid y Osasuna estuve cuatro años y me echaron. En el fútbol si no te marchas, te echan. ¿Por qué? Llega el año malo, se aburre la gente. No sé marcharme. Nunca he sabido hacerlo.
- Si Valverde se va, seguro que aparece en la quiniela de sustitutos.
- Valverde es el entrenador ideal para el Athletic. Ha estado en dos etapas y lo ha hecho muy bien. Entre su primera y su segunda etapa, el equipo ha tenido problemas clasificatorios. No creo que el Athletic piense en nadie, aunque no sé si él se plantea irse. No pienso en esa quiniela de sustitutos porque estoy a gusto aquí.
- Y ese sueño de ir a Inglaterra que siempre ha tenido...
- Es así, pero no sé si es bueno o malo. No sé si sabría manejarme con vestuarios de jugadores de muchos países. En el Levante me encontré con jugadores de diez o doce nacionalidades. ¡Hay que saber manejar eso! Me encanta el fútbol inglés, su organización, su ambiente, el entrenamiento, al que no va casi nadie, aunque aquí estamos parecidos. Vienen ocho o diez a vernos y no hay ni periodistas la mayoría de las veces.
- Cuando le dijeron para fichar a Pedro León, ¿alguien le comentó que está loco, está acabado?
- No me lo dijeron. Le llamé sin pedirlo al club. Lo había tenido en el Valladolid. Quería saber si vendría. Me respondió: No voy a mirar otro equipo, si lo arreglo con el Getafe me voy contigo. Una buena amiga mía me dijo : Estás loco. Gente que ha pensado que Pedro viene a por la tela y a pasar, seguro que ha habido mucha. Para jugar donde ha jugado, que ha jugado en el Madrid, es un tío que aguanta todo. Me soporta todas mis broncas. Para hacer un partido bueno no tiene que hacer noventa minutos buenos.
Bebé, «un tipo de la leche»
- ¿Qué tal funciona Bebé, otro que generó dudas al llegar?
- Un tipo de la leche. No le conocía de nada. Alegre en todo momento. Hace bromas conmigo, con todo el mundo. Se entrena bien. Ahora juega menos. Se alterna con Inui. Estoy contento con él. No tiene nada que ver con el japonés, pero es algo bueno para mí.
- Dani García juega siempre con usted. ¿Qué significa en su esquema?
- Es un capitán como no hay muchos. No todos los veteranos tienen personalidad para serlo. Puedes llevar muchas temporadas, pero no tener ese carácter para que todos te sigan, y él lo tiene. Fíjate, y esto él no lo sabe, le veía y me parecía muy estático, muy delante de los centrales. Le he cambiado y creo que está muy a gusto. Tiene más movilidad. Es el capitán que le gustaría tener a todos los entrenadores.
- Jota Peleteiro juega poco. ¿Se irá en enero?
- Estoy contento con todos. Estamos 23 de plantilla. A alguno que me ha pedido irse cedido, le he explicado que si se va, tengo que traer a otro y que estoy a gusto con ellos porque me gusta el día a día y cómo se entrenan. La temporada es larga y hasta ahora no ha habido lesiones ni sanciones. Hoy (miércoles) les he recalcado en el vestuario: Estoy contento con vosotros porque me dais lo que os pido. Si hay alguno que me pide marchar, lo veremos, pero no me gustaría porque el que venga llegará de fuera y necesitará tiempo para hacerse al club y a mí como entrenador.
- Se han quedado sin los 18 goles de Borja Bastón y no lo notan. ¿Cómo lo explica?
- Lo dije antes del inicio de la campaña. No vamos a tener a ningún jugador que marque 15 goles esta temporada, pero tendremos a uno que meta siete, a otro que meta seis, otro de cinco... Y eso suma más. Llevamos un punto más que el año pasado.
- ¿Le sorprende que a Borja Bastón le vaya mal en el Swansea?
- Borja es buen chaval, pero es especial.
- ¿Por qué?
- Necesita jugar. No sabe estar en el banquillo. Enrich puede estar en el banquillo y suma. A Borja le cuesta. El semblante de Borja cambia de jugar a no jugar. Eso es muy difícil cambiarlo. Y no es malo.
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