Fernando Torres (c), ante el Villarreal.
JORNADA 25

La inoperancia ofensiva del Atlético hace más líder al Barça

Los colchoneros abusan de los pelotazos ante un Villarreal muy ordenado que incluso pudo ganar al contragolpe

Nacho Bolívar

Domingo, 21 de febrero 2016, 00:47

La inoperancia ofensiva del Atlético ante un Villarreal muy cerrado alejó a los rojiblancos todavía más del rutilante Barcelona y completó una jornada redonda para los culés. Como ya le ocurrió también en el Calderón frente al Sevilla, el equipo del Cholo no supo encontrarle ... los espacios a un adversario que se ha convertido en su espejo y le tiene tomada la medida. Hasta cierto punto, normal el empate sin goles entre dos equipos que apenas encajan. 11 dianas ha recibido el Atlético en esta Liga y 18 el Villarreal. A ocho puntos de los culés y con el 'average' perdido, los colchoneros prácticamente se despiden de la pelea por el título y la semana próxima visitan a su eterno rival en el Santiago Bernabéu. Les espera antes la vuelta a la Champions y esa visita del miércoles a Eindhoven.

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Simeone demostró lo mucho que respeta, por no decir que teme, a este Villarreal que le ganó el curso pasado en el Calderón, fruto de un gol del hoy rojiblanco Vietto, y que en la primera vuelta también le derrotó en El Madrigal, debido un tanto de Leo Baptistao, cedido por el Atlético pero sin cláusula del miedo en su contrato. Aunque alineó a un once con muy buena pinta, ya que la baja de Carrasco la suplió con Correa, resulta que los locales abusaron del pelotazo. No querían que hubiera centro del campo porque entiende el técnico colchonero que allí los amarillos tocan más y pueden llevar el partido a su terreno.

El Atlético deseaba más vértigo, más balones largos, más cuerpeo y más segundas jugadas; su adversario, tener algo más de posesión para dormir el juego. El planteamiento de los locales lo fiaba todo mucho más al error ajeno que al lucimiento propio. Pelotazos hacia Fernando Torres para que se buscase la vida y presión alta para los rechaces. En el Villarreal, con algunas rotaciones porque el duelo se jugó en medio de la eliminatoria ante el Nápoles de la Europa League, Marcelino hizo un planteamiento conservador. Lo más evidente fue ver a Mario y a Rukavina, dos laterales, en la banda derecha. El objetivo, que Filipe Luis no percutiera. Más problemas en el costado izquierdo para Bailly, un central reconvertido para la ocasión en lateral.

Tan táctico como aburrido

Apenas hubo ocasiones en un primer tiempo tan táctico como aburrido. El 'submarino' sólo emergió en una volea alta del central Bonera, tras un saque de esquina. Y el Atlético, más allá de algún tiro lejano y de un sinfín de centros a la olla, como en el viejo fútbol, sólo una oportunidad muy clara. Llegó en un gran centro de Juanfran que peinó Griezmann a la corta. Estaba solo el francés pero cruzó el balón en exceso.

El Atlético quiso ser más protagonista en la segunda mitad y asumió más riesgos. Correa se ubicó en la derecha, para buscarle las vueltas a Bailly, y Griezmann se acercó más a Torres. Eso permitió a su adversario disfrutar de más espacios a la contra. Así la tuvo Bakambu antes de que entrasen Adrián y Leo Baptistao, ovacionados por la afición colchonera.

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Simeone retiró a Griezmann y buscó más toque con Óliver. Y luego apostó por Vietto en vez de Correa, ya extenuado. Al ver que el Villarreal cada vez salía más fácil, abrochó al menos un punto con Kranevitter. Le sirve para seguir segundo y consolidar la clasificación para la Champions pero no para la Liga.

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