Leo Messi dedicó el gol a su hijo recién nacido.
Jornada 3

Messi entró a tiempo en escena

Torres adelantó al Atlético, pero un golpe franco magistral de Neymar y el astro argentino hicieron justicia en el Calderón

Ignacio Tylko

Sábado, 12 de septiembre 2015, 02:16

Jugó sólo la última media hora pero fue suficiente. Leo Messi le dio al Barça el plus de desequilibrio y de pegada que le faltaba para doblegar a un corajudo pero inferior Atlético. Fue otra exhibición de templanza del jugador con más clase del mundo, ... que cercenó las ilusiones de un rival que incluso se adelantó por obra de Fernando Torres. A día de hoy, el fuenlabreño aporta más que Jackson Martínez y ya le ha hecho ocho goles al Barça. Simeone sufre a los culés como bestias negras, al menos en Liga, y no da con la tecla para superarles porque, sencillamente, son superiores y encima saben ponerse el mono de trabajo, picar piedra y bajar a la mina cuando les face falta.

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Aunque ya se barruntaba por su reciente paternidad y porque faltó al último ensayo, siempre sorprende la suplencia de Messi. Tanto que no faltaba por controvertida decisión de Luis Enrique desde el choque de Anoeta, en la primera jornada de 2015. A partir de ahí, ya se sabe: un terremoto y una gran reacción de los azulgrana hasta la consecución del triplete. Sin su gran estrella, reemplazada por Rafinha, y sin el sancionado Piqué, se presentó el campeón en un feudo siempre difícil como el Vicente Calderón. Tampoco estaban el Claudio Bravo y Dani Alves. Y encima Vermaelen sufrió un problema muscular al arrancar para rematar un saque de esquina antes de la media hora. Muy mala suerte para el belga, aunque por suerte esta vez su lesión no es en una articulación.

Simeone, que dejó fuera de la lista al talentoso pero poco rodado Correa, sabía que su equipo tendría menos el balón que los azulgrana pero no se imaginaba poseerlo tan poco como en el primer tiempo. Fue un monólogo de los catalanes, a los que sólo les faltó acertar en alguna de sus ocasiones. Dispusieron de dos muy claras. En la primera, Iniesta se inventó una de sus jugadas magistrales, se la dio a Rakitic y el tiro del croata no entró porque Oblak hizo un paradón. Y en un saque de esquina -esta estrategia la trabaja con gran resultado el Barça con Juan Carlos Unzué-, hubo una prolongación y un remate de Luis Suárez en boca de gol que se fue al larguero.

Polémica

Los madrileños supieron sufrir, apretaron los dientes y consiguieron llegar al descanso con tablas. Apenas hubo noticias, salvo porque cometieron alguna falta, de Óliver Torres y de Koke. Un claro síntoma de lo que ocurría en el juego. Sólo dispusieron de una acción de peligro los locales, tras un robo de Griezmann a Mascherano y una arrancada de Torres que culminó con un remate desviado del madrileño. El Cholo sufría en su banquillo, mientras en el otro se lamentaban del dominio no aprovechado y de dos manos de Giménez dentro del área que Mateu Lahoz consideró involuntarias.

Creció el Atlético en la reanudación. Salió con más osadía, pisó más el campo rival y hasta se adelantó. Tiago vio el desmarque de Torres, que la ajustó al palo tras dudar en la salida Ter Stegen. Antes, Mateu señaló penalti por una clara mano de Mascherano. Rugía el calderón pero a los colchoneros apenas les duró la alegría. Griezmann hizo una falta evitable sobre Neymar y el brasileño puso el balón el escuadra. Entró Messi y volvió al dominio indiscutible de los culés. Neymar ya la tuvo tras un pase genial del argentino, pero Godín salvó con la mano y se salvó del penalti y la expulsión. No era la noche de Mateu en las áreas. Buscó velocidad y frescura el Cholo con Jackson, muy desacertado, Ferreira Carrasco y luego Vietto. Pero el control era del Barça, que se impuso gracias a unos toques de salón y el remate sutil de Messi. Dedicado a su segundo hijo.

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