La final por la Liga termina con Atlético y Valencia fustrados

El partido alejó al espectador neutral de la televisión. Y es que en el inicio el juego fue excesivamente físico, lo que normalmente convierte los partidos en un tostón y en algo que a veces no recuerda al fútbol. 20 faltas en la primera parte, por lo que apenas se pudo ver dos minutos seguidos en el primer acto. Se paraba más el juego que en el fútbol americano. Varias amarillas, empezando por una de Torres que quiso ganar la posición y se pasó de frenada poniendo el codo sobre Otamendi. Luego también la vio Mustafi, que será baja la próxima semana. Gayá se libró de serlo en un pisotón involuntario de Juanfran.... Volvió protestando, sin saber que sería protagonista de la primera ocasión (y gol) del partido. Fue a balón parado, otra vez en la estrategia. Por decimoctava vez en la Liga (diez de córner y ocho de falta). Esta vez la libreta fue un balón largo de Gabi peinado por Torres al punto de penalti, adelantándose al lateral, donde Tiago la dejó con el hombro para Koke que entrando en carrera la puso fuertes desde la media luna a la red. El primer gol parecía clave, tocaba ver la reacción del Valencia. No la hubo, siguió igual de agazapado hasta el descanso.

Cuestión de centímetros y acierto

Jugando a esa 'guerra fría' parecía imposible que metiese mano a su rival. Necesita más balón y más juego. Para ello debía cambiar, buscar soluciones aprovechando que ya había varios amonestados y apostar por buscar el partido. André Gomes y Rodrigo debían estar nerviosos, viendo que Parejo no encontraba aliados para llevar un balón hasta Negredo, que en la única bola que le llegó buscó rematarla de modo acrobático pero se topó con Feghouli, cuyo rendimiento le hacía tener todas las papeletas para ser uno de los reemplazados.

No lo hizo al regresar de la cabeza, le costó aún diez minutos meter a Rodrigo. Apenas pasó nada entre medias, excepto que uno de los que acumulaban cartulinas fue Siqueira que no podrá jugar contra el Espanyol, como Mandzukic que entró por Torres la media hora final. Tiago tuvo la sentencia otra vez a balón parado. Córner de Gabi peinado por Godín al área chica pero el remate con el pie del luso se estrelló en el larguero. Siguió el asunto con un pase largo, una disputa que terminaba con uno u otro en el suelo. O con fuera de juego.

El Valencia estaba ofreciendo muy poco en el Calderón. Se esperaba un poco más de intensidad, de pundonor. Pero al igual que el Atlético, en su primer tiro a puerta hizo gol. Una falta lateral de Parejo se la comió Moya y terminó con tanto de Mustafi aprovechando el rechace. Moya, que pasó por el Valencia, cantó en Mestalla y no estuvo fino en el Calderón. Su relación con el murciélago es tormentosa. Quedaban diez minutos y estaba en juego poder optar a ganar la Liga. Entró en un ida y vuelta el duelo y ahí el Valencia tenía más opciones hasta que terminó con diez por la expulsión de Javi Fuego. Simeone, que ha puesto 38 alineaciones distintas en los mismos partidos de Liga del Atlético, se acordó de Raúl Jiménez, que sólo aportó un piscinazo que le costó la amarilla injusta con el medio asturiano que acabó en la ducha. Al final, los dos quedaron insatisfechos y con cara de pocos amigos. El Atlético seguirá un punto por encima en la tabla pero con el average perdido.