El 'Niño' vivió su gran noche de Champions

Ahí entró en juego su experiencia. «Deseaba que marcara Koke para que fuera el último lanzamiento. Le he pegado con decisión, el portero llega lejos. Tenía claro que iba a lanzar pegadito al palo y ha salido bien», explicaba con una cara que no podía ocultar su euforia. «Estoy feliz aquí, estoy feliz de ver al estadio disfrutar, de arropar a sus jugadores y que el final sea feliz. Tenía muchas ganas de vivir noches así en el Calderón. Mi último partido de Champions del Atlético tenía 11 o 12 años. Vivirlo en el campo es impresionante. Sólo hay palabras de agradecimiento a la gente. Hasta el final animando, por eso es la mejor afición del mundo».

Al llegar al vestuario también le esperaban felicitaciones en forma de centenares de mensajes, varios de sus excompañeros en el Chelsea donde logró ganar la orejona en Munich aunque aquel recuerdo su agridulce ya que fue suplente. Ahora, en su Atlético sueña con volver a levantar. Lo hace como el aficionado rojiblanco que es, no como líder espiritual de la hinchada que se acostó, ya en miércoles, soñando con la sonrisa en la cara. «No tengo dudas de haber acertado viniendo aquí. Es algo inolvidable. Y encima jugar la Champions y noches así son regalos. Está por encima de cualquier cosa». Eso sí, fiel a su cautela pidió ser cauto en la celebración para poder seguir soñando. «Ahora a disfutar hoy de esta victoria, a recuperarnos de los daños de este choque y a pensar en la Liga».