Celta y Atlético se anulan pensando en la vuelta

Si Toto Berizzo apostó por su equipo tipo, descontadas las bajas de Nolito, Fontás y el chileno Marcelo Díaz, Simeone decidió rotar cinco jugadores. Pero, gracias a tener a todos alerta y a la excelente aportación de los suplentes, cualquier once suena a titular. Con respecto al último choque ante Las Palmas, faltaban Oblak, Juanfran, Giménez, Saúl y Vietto.

Ordenó el Cholo un 4-1-4-1 de salida, con el exceleste Augusto como medio defensivo, para tratar de sorprender a un equipo vigués que, como dijo su técnico en la víspera, estaba obsesionado en las vigilancias. Ante todo, no encajar para poder llegar con vida al Vicente Calderón.

Sin espacios

Alto ritmo, mucha intensidad y pocos espacios en un primer tiempo en el que el Atlético salió mejor pero enseguida creció el Celta, ganador a los puntos en ese período. Gracias a la movilidad de sus hombres, a la precisión en los pases y a la rápida circulación de balón, dio más sensación de peligro. Moyá tuvo que lucirse a tiro de Aspas, muy bien coordinado en sus movimientos con Guidetti, ariete sueco de abuelo italiano que fue fichado por el Manchester City con sólo 16 años pero luego no rompió como se esperaba.

Los colchoneros no conectaban con Jackson Martínez, que se esfuerza pero parece una pieza extraña en este Atlético, con el que no marca desde el 25 de octubre ante el Valencia. El colombiano llega tarde a los balones divididos, no rompe por velocidad y tampoco gana los balones aéreos pese a su fortaleza física. Cambió el dibujo Simeone cerca del descanso y adelantó a Griezmann, pero el francés tampoco tuvo su día. Ni él, ni Ferreira de volante izquierdo.

A falta de media hora, poco después de que el colombiano rondase el gol con un tiro cruzado de rosca que desvió Rubén Blanco, Simeone retiró a Jackson y buscó más movilidad y toque con Correa. Poco después, Vietto en lugar de Ferreira. El duelo, empero, se jugaba ya sin que ningún equipo asumiera riesgos. Y no cambió tampoco con el estreno en los locales de Beauveu, recién fichado del Lyon. Pudo marcar el Celta, tras un error de Augusto y Moyá, pero Gabi llegó a tiempo. Y Estrada no consideró voluntaria una mano clara de Thomas que bien pudo ser penalti.