Thomas hizo hasta de Torres

Titular en la vuelta copera ante el Reus, un aparente trámite que Simeone se tomó muy en serio porque sólo alineó a dos titulares pero no convocó a ningún jugador del filial, el 'Niño' se movió bien y tiró desmarques notables, pero falló una y otra vez en la definición y provocó un runrún en la hinchada colchonera.

En el primer tiempo, desperdició tres ocasiones pintiparadas. Puro bloqueo mental. Primero, recibió un pase raso, al corazón del área, de Jesús Gámez, y lanzó al muñeco. Después, cabeceó tras pase de Koke y se lució el portero Édgar Badía. Y en la última, intentó una frivolidad de tacón cuando estaba solo para empujarla casi en el área pequeña. Quizá tiene la disculpa de que se creía en fuera de juego, pero fue un remate inexplicable para un duelo oficial.

Más allá de Torres y de su alarmante sequía, el choque se disputó a buena intensidad. El Reus demostró por qué es líder en su grupo de Segunda B y sólo ha perdido un partido. Toca bien, es valiente y no lanza ni un pelotazo. Y sabido es que en el equipo del Cholo el despliegue físico es innegociable en cualquier entrenamiento. Por eso, precisamente, es un equipo muy fiable.

Moyá, atento

Antes del descanso, Moyá tuvo que emplearse a fondo para desviar un gran disparo de Ricardo y el Reus se salvó por el desatino de Torres y porque una falta lateral lanzada por Koke se estrelló en el poste. Gustaron la osadía de los catalanes y los constantes desmarques que tiró Gámez arrancando como lateral derecho y asociándose con Óliver, Thomas y Koke.

El dominio local se acentuó tras la reanudación. El francés Lucas Hernández se lamentó de la anulación de su primer gol en el Atlético por una inexistente mano previa de Savic. El montenegrino hizo un gesto extraño pero golpeó con la cabeza. Tuvo que ser el ghanés Thomas, joven centrocampista 'box to box' acreedor de más minutos, el que acertase tras un rechazo que le llegó fuera del área. Tras el 1-0 y con los visitantes ya desfondados, el Atlético desaceleró hasta el final. Quedaba aún la última ocasión errada por Torres, animado por el Cholo tras no golpearla con la derecha, recortar y buscar una rosca con la zurda. No era su noche. Una más.