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Cine y fútbol

El lado invisible

El documental '7 years, 90 minutes', que cuenta los desmanes de la FIFA y del Gobierno de Dilma Rousseff durante la organización del Mundial de Brasil, es un ejemplo de periodismo valiente y comprometido

Jon Agiriano

Viernes, 12 de junio 2015, 23:59

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El jueves de la semana pasada se estrenó en Bilbao el documental '7 years, 90 minutes' que los vizcaínos Alain Garibi, director de cine, e Iker San Martín, productor y director de fotografía, rodaron en Río de Janeiro, São Paulo, Belo Horizonte ... y Porto Alegre durante el Mundial de Brasil. La película tiene como telón de fondo la histórica derrota de la 'canarinha' ante Alemania. Entre los paréntesis de esa tormenta de goles que anegó el estadio Mineirao aquel 8 de julio de 2014 se desgranan una serie de testimonios que describen y denuncian la manera en que la FIFA y el Gobierno de Dilma Rousseff organizaron un campeonato que los brasileños sólo quieren olvidar: corrupción masiva, promesas incumplidas, desalojos de familias, especulación inmobiliaria, detenciones, manifestaciones a favor de la sanidad y la educación pública...

Hace unos meses, mientras trabajaban todavía en la fase final de la postproducción y comenzaban una campaña de 'crowdfounding' para cerrar la financiación del documental, entrevisté a sus autores. Una de las preguntas que les hice fue si no tenían miedo a que '7 years, 90 minutes' se les quedara un poco viejo por estrenarse casi un año después del Mundial. Me contestaron que no. Por un lado, estaban convencidos de que su trabajo tenía mucho de intemporal. Y era verdad. Por otro lado, estaban seguros de que la FIFA no iba a dejar de estar en candelero, de que antes o después saltarían nuevos escándalos de corrupción dentro del máximo organismo del fútbol mundial y que su película, por tanto, volvería a estar de estricta actualidad.

¡Hay que ver cómo han acertado! Joseph Blatter ha dimitido hace unos días y está en el punto de mira de la Fiscal General de Estados Unidos, varios altos dirigentes de la FIFA han sido detenidos por corrupción, las designaciones de Rusia y Qatar como organizadores de los dos próximos mundiales penden de un hilo... '7 years, 90 minutes', en fin, no podría estrenarse en mejor momento. Sin querer, los villanos de su historia les han hecho una operación de marketing. Ahora que lo pienso, en la película no aparece ningún preboste de la FIFA. Supongo que es algo buscado. Han preferido dejar ocultos a los que siempre actúan desde las sombras. Pero tampoco hubiera estado mal ver, al menos una vez, a Blatter y a sus secuaces, por ejemplo saliendo de sus coches en la puerta de un hotel de lujo de Río de Janeiro, desfilando como lo harían en su tiempo los miembros de las familias Gambino o Genovese.

Ojalá el documental tenga un buen recorrido porque se lo merece. Es un trabajo serio, valiente y comprometido. En ese desierto de banalidades cada vez más grande en el que se está convirtiendo el periodismo, da gusto encontrarse, cada cierto tiempo, con estos oasis. Uno estuvo en Brasil durante el Mundial. El ir y venir de los enviados especiales pendientes de la actualidad deportiva de la selección española acostumbra a ser estresante. Llega a haber momentos duros, como cuando uno, a 9.000 kilómetros de su casa, asiste a la rueda de prensa de un jugador que insiste en que el balón es redondo. Es entonces cuando te embarga una profunda melancolía. Porque, en el fondo, sabes que estás metido en un mundo trivial, en cierto modo paralelo a la realidad; sabes que estás participando en una inmensa ficción planetaria, y que las grandes historias que merecen ser contadas están al otro lado de la valla, lejos de los estadios y de los campos de entrenamiento, en ese lado invisible que nos muestra '7 years, 90 minutes'.

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