Giro de italia
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J. Gómez Peña
Sábado, 20 de mayo 2017, 01:42
En el Giro das una patada a un nombre y brotan mil historias. La etapa de hoy parece breve, de apenas 131 kilómetros. La salida es en Castellania, un pueblo de sólo 90 habitantes. Nunca en sus cien ediciones el Giro había partido de un ... lugar tan pequeño. Y la meta está en la cima del Santuario de Oropa, un puerto de 11,8 kilómetros y un desnivel medio del 6,2%. No es ni con mucho el más duro de la carrera. Pero son dos nombres con pasado. En Castellania nació Fausto Coppi. En Italia dicen que Eddy Merckx fue el mejor, pero que Coppi es el «más grande». Desde una fachada de la localidad miran dos murales del Coppi. Hay un museo con sus fotos y sus bicicletas. Y flota el recuerdo de sus victorias en el Tour y el Giro; de aquella etapa Cuneo-Pinerolo en la que, solo frente a cinco puertos, culminó en 1949 una aventura de 192 kilómetros y le sacó 12 minutos a Bartali.
Oropa es de memoria más próxima. Se acuerda de Induráin, de su desfallecimiento aquí en la penútima etapa del Giro de 1993, el segundo que ganó. Entra las curvas de Oropa vio marcharse a aquel letón flaco y viejo, Ugrumov. Se sintió inseguro. ¿Y si perdía el Giro? José Miguel Echávarri, su director, le tranquilizó desde el coche. «No le ves porque hay curvas, pero está cerca», le dijo. Era así.
De Oropa es también el recuerdo de Marco Pantani en 1999, de su remontada perfecta. Inició la cuesta el último por culpa de un salto de cadena. Y uno a uno cazó a todos sus rivales, incluido el último, Jalabert. El Giro era suyo. No. Cinco días después fue expulsado por superar la tasa de hematocrito. Ahí comenzó su muerte, la que tiene por fecha definitiva el 14 de febrero de 2004.
Entre Castellania y Oropa, entre Coppi y Pantani, este Giro se sube definitivamente a la montaña. Dumoulin defenderá el liderato que quieren Quintana, Pinot y Nibali. Mikel Landa no piensa ya en el podio de Milán. Ahora es un cazador de etapas. Se le suele dar bien. Además, le gustan las historias de Pantani.
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