Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ángel Resa
Miércoles, 26 de octubre 2016, 11:34
La NBA siempre reserva huecos en el armario para guardar sorpresas. Los aficionados esperábamos como agua de octubre el comienzo de la temporada y el calendario tenía a bien obsequiarnos con un plato principal a modo de entrante. Nada menos que la presunta, y muy ... posible, final de la Conferencia Oeste allá por la segunda quincena de mayo. El equipo del récord paranormal (73-9) frente al club más ejemplar de las dos últimas décadas, un modelo de organización, rigor y sentido común. Los efervescentes, lúdicos e inteligentes Warriors contra el baloncesto eterno de los Spurs. Sobre el papel, un duelo relativamente nivelado con el favoritismo inclinado hacia Golden State. Vale, la capacidad de asombrar de la Liga norteamericana tiene unos límites.
Por ejemplo, casi nadie abre el abanico de los candidatos al título para abarcar a más de tres equipos, los protagonistas de este partido inaugural y los Cavaliers como únicos opositores dotados de argumentos desde la vertiente oriental del mapa. Pero a lo largo de 82 encuentros centrifugados en cinco meses y medio surgen marcadores insólitos y altibajos por el camino. Lo que resultaba difícil de adivinar es que la subida del telón en Oakland multiplicara por muchos los minutos de la basura. De hecho, San Antonio viene de organizar un botellón (100-129) en las calles de San Francisco, hermosa ciudad separada del Oracle Arena por el puente de la bahía.
La cita reunió, una vez visto el nudo y el desenlace, a un equipo en pretemporada con otro que parece acumular dos meses de competición. Costó un mundo intuir en Golden State alguna de sus formidables señas de identidad. El conjunto que vive del pase y de la puntería degeneró en un grupo torpe a la hora de manejar el balón, falto de acierto en esos lanzamientos lejanos que lo convierten casi en sobrenatural, lento según la velocidad habitual de sus transiciones supersónicas, blando bajo los aros, sin arrestos para parar un taxi y un par de puntos por debajo de la intensidad requerida. De su espléndido Big Three apenas rescatamos chispas aisladas de Stephen Curry porque Draymond Green y sobre todo Klay Thompson sólo mostraron retazos de su nivel muy a lo lejos, como cuando cambiamos el canal de la tele con el mando a distancia. Por supuesto, buena parte del interés de esta madrugada a horas intempestivas se centraba en conocer cómo encajaría el inacabable talento individual de Kevin Durant el hombre del verano en la obra de arte colectiva de los Warriors. El elegantísimo alero llega de un equipo (Oklahoma City) que remata a puerta sin reparar en la elaboración y aquí cae en una sutil cadena de montaje. Durántula ha pasado con nota la primera prueba espléndido arranque del partido la noche en la que los Warriors parecieron una imagen distorsionada de sí mismos.
'Abandonao'
Se quejaba Atahualpa Yupanqui de que le llamaban abandonao por tener los ejes sin engrasar. No creo que ese defecto enseñado descarnadamente por los Warriors en la ceremonia inaugural se deba a un ejercicio de desidia, pero capturar veinte rebotes menos que el rival y recibir 129 puntos con una cadencia regular (31-33-33-32) revelan síntomas de gripe. Seguramente pasajera porque la capacidad de Golden State apenas atisba barreras, pero el partido también abre el debate sobre la pérdida de profundidad de la plantilla. Para hacer sitio a Durant, la gerencia californiana se ha sacudido adherencias relevantes y quizá note durante la campaña cierta angostura en el armario. También San Antonio llora la jubilación de su viga maestra (Tim Duncan), que mostró en el último ejercicio los síntomas de una decadencia natural, y ha sacrificado algunos peones repletos de inteligencia (ahí figura el caso de Boris Diaw). Y, sin embargo, al abrir su completo catálogo de virtudes pudimos contemplar que las esencias nunca mueren.
Los Spurs han rendido en Oakland fidelidad a un estilo. Reconocemos a San Antonio de toda la vida, una franquicia coherente dentro de la cancha y en la planta noble de los despachos. Gregg Popovich, el mejor técnico del campeonato mientras nadie demuestre lo contrario, prepara camadas nuevas en un relevo natural y poco forzado. Su revolución controlada le rinde tributos cada año en forma de rehabilitaciones de jugadores por los que casi nadie apuesta. Ahora se trata de Jonathan Simmons, un hombre de pasado justito y ejemplo de cómo su entrenador disfruta redondeando aristas. El alero firmó desde el banquillo una actuación sobresaliente, muy en el copyright de la casa, experta en infundir confianza y revalorizar a baloncestistas que pierden valor fuera del hábitat texano. Aquel grupo de Parker-Ginobili-Duncan ya ha traspasado la jerarquía sin estridencias ni aspavientos al dúo que forman Kawhi Leonard (tal vez el jugador más completo de la NBA y autor de un duelo formidable contra los Warriors) y el estético ala-pívot LaMarcus Aldridge, firmante de otra interpretación formidable. Hablamos de tres tipos, pero los Spurs desempolvan de nuevo la armonía sinfónica de las orquestas afinadas.
La noche se prestaba a analizar con lupa el aterrizaje de Durant y también el debut de Pau Gasol con la camiseta albinegra de los Spurs. Seamos sinceros. El catalán rubricó un encuentro muy flojito, tancredista atrás y sin peso alguno en el ataque del pentacampeón. Sólo tardó un minuto y cincuenta segundos en anotar su primera canasta con el grupo de las espuelas, un tiro lateral y distinguido de cinco metros que ya ha patentado como propio. Y ahí paramos de contar. No es la primera vez que el pívot de Sant Boi atraviesa el escenario con el carácter liviano del que no quiere molestar, pero dispone de fondos sobrados en su tarjeta de crédito. Vivimos habituados al batir de sus alas desplegadas como el águila imperial que es. Pero la sombra de un ciprés como Duncan ocupa mucho y a Pau se le escrutará esa defensa suya tan de vaivenes. Dispone de tiempo pordelante, el mismo que gastará Golden State en rehabilitarse tras la parada militar de San Antonio en el Oracle Arena.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.