Este tapón de Pau a LeBron ha significado la victoria de Chicago
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Un tapón a la invisibilidad

Pau Gasol evita la prórroga, pero sufre el cambio de estilo de Chicago que sí favorece a Mirotic

Ángel Resa

Miércoles, 28 de octubre 2015, 13:28

Al margen de los dueños de la compañía, quizá solo Pau Gasol conozca la fórmula secreta de la Coca Cola. Lo digo porque el pívot catalán siempre se las arregla para destacar por algo. Bien sea en una noche de baloncesto completo donde despliega su ... envergadura de águila imperial o a través de un detalle aislado, de un fotograma concreto que modifica el desenlace de un enfrentamiento. Esta vez, el mayor de la saga de Sant Boi ha puesto en todo lo alto un tapón a su propia invisibilidad durante el partido. A tres segundos de concluir el duelo inaugural de la temporada, el dueño absoluto del Europeo estiró hasta el límite su interminable brazo izquierdo para impedir el empate de LeBron James. Así que 97-95 y primer triunfo de Chicago en un compromiso solo salvado por la incertidumbre postrera. Un envite a chica con demasiados frenos de mano y un aire ligero muy distinto al que veremos con la campaña avanzada.

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Ya sé que extraer conclusiones después de 48 minutos es un ejercicio literario de alto riesgo. Pero, y a expensas de que Pau recobre a lo largo de la temporada la jerarquía que le corresponde y se ha ganado, parece evidente que le perjudica el nuevo estilo de los Bulls. Y lo hace en una medida directamente proporcional al beneficio que genera a Nikola Mirotic, máximo anotador de su equipo con 19 puntos y tres triples. A Gasol, insisto en lo aventurado de predecir el futuro a partir de una simple muestra, le penaliza la ruptura de Chicago con el testamento de Tom Thibodeau. La franquicia quiere cambiar la siderurgia por algo más próximo a una pista de baile, apuesta por aumentar el ritmo y el número de tiros a costa del rigor académico. Y todo ello penaliza al interior español, que fue y vino en el partido de un lado a otro de la pista sin apenas balones que llevarse a las manos.

Desubicado

Se le notó desubicado, a la espera de hallar su lugar en la cancha. Espero y de verdad confío por su bien y el del baloncesto en general que no recaiga en la enfermedad que padeció durante su fase terminal en Los Ángeles, antes de resucitar a lo grande con las camisetas rojas de los Bulls y de la selección. Ayer se le vio a una distancia sideral del hombre que gobernó el Europeo con el aura de los investidos para la gloria. Nunca antes un jugador se había apropiado de tal manera de un campeonato entero como Gasol I en Francia. Seguro que se las compondrá para encontrar su sitio y producir, como ha venido haciendo el tipo que mejor conjuga los verbos mejorar y aportar. Pero la fe en este autor de milagros no impide vislumbrar ramajes espesos dentro del bosque.

En cierto modo puede resultarle nocivo el envoltorio nuevo de los Bulls con sus carreras por la cancha, la barra libre del triple, el retorno de Derrick Rose -base individualista que primero penetra y luego mira- y el fichaje de Aaron Brooks como timonel suplente. El encuentro contra Cleveland desvela que el juego al poste bajo, donde el catalán ejerce de accionista mayoritario, es un valor bursátil a la baja en el estado de Illinois. Lástima porque desde ahí Pau genera al modo de una turbina. Bien para anotar por sí mismo o mediante la imposición de la pelota en las manos de compañeros a los que ve cortar la zona con su visión panorámica y capacidad de pase. El primogénito de la saga Gasol metió una canastita en el minuto 27 y falló sus otros seis lanzamientos, todos ellos desde fuera de la zona. Qué pena no haberle presenciado algún taconeo de claqué ante la montaña rusa de Timofey Mozgoz.

Chicago presume, y las razones le asisten, de una batería interior poderosa y complementaria. Sin embargo, la filosofía de Fred Hoiberg solo prima el juego de Mirotic y, en menor medida, el de Taj Gibson. Al montenegrino nacionalizado español se le presenta un curso lúdico. Le va el nuevo look del equipo, el de la melena suelta y el campo abierto. Se le apreció cómodo, valiente y ofensivamente enérgico en el compromiso inaugural de la campaña, donde afrontaba un duelo particular con otro cuatro barbudo de gatillo rápido, facilidad anotadora y escasa presencia de ánimo para la defensa. Y hay trazas de que Jimmy Butler, quien ya se consagró la temporada anterior como un valor al alza incuestionable, admitirá cada vez más carga sobre sus dinámicos hombros. Papel semejante al de Kawhi Leonard en el plantillón que ha vuelto a armar San Antonio.

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Cleveland, favorito

Por lo demás, el primer encuentro deja la estela de que, con rodaje, Cleveland enarbola aún más al viento la bandera de favorito indudable en la Conferencia Este. A los Cavaliers les sobró el tapón último de Pau para conducir el partido hasta el arcén de la prórroga, pese a actuar comprimidos y dosificar a un James que tumbaba su espalda dolorida sobre el parqué en cada cambio. El fichaje de Mo Williams supone la añadidura de un escudero anotador de primer orden para el rey LeBron. Todo lo siguió en silla de pista con el logo del toro Barack Obama, seguidor de los Bulls y muy buen aficionado, tirador zurdo en sus tiempos universitarios. Le entrevistaron entre cuartos y demostró sabiduría baloncestística y ese don natural para seducir a la cámara. Propongo su contratación como comentarista al digital de este periódico, aunque me imagino que ante su alud de compromisos nos toparíamos con el tapón de Gasol como respuesta. Lástima.

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