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m. v.
Sábado, 8 de agosto 2015, 01:04
Cinco años después de que España bordara la organización de una Copa del Mundo será China quien reciba el testigo. Un curso después de la secuencia tradicional cuatrianual, estrategia planificada por la FIBA para no coincidir su Mundial con el del planeta fútbol que todo lo eclipsa. Era el gigante asiático, su propuesta, el favorito para llevarse la competición cuando aún vibraban sus mandatarios deportivos con la reciente designación de Pekín como sede de los Juegos de Invierno en 2022. Hasta Tokio, ciudad en la que se desvelaría el resultado, se habían desplazado las planas mayores de los dos países finalistas, China y Filipinas. Unos liderados en efecto mediático por su astro rey en el ámbito de la canasta, Yao Ming. Sus rivales apostaron por el actor Lou Diamond Phillips y el héroe del pueblo, el púgil Manny Pacquiao, gran amante del basket como ha demostrado en algunos cameos incluso con el equipo nacional.
La gran novedad del Mundial de China será que amplía por primera vez su elenco de 24 a 32 equipos nacionales: 12 europeos, 7 americanos y de procedencia Asia-Pacífico, 5 africanos más una nación invitada. Además, las eliminatorias de clasificación se disputarán entre noviembre de 2017 y febrero de 2019.
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