Idoia Etxeberria: «Animaría a las mujeres a que probaran a levantar piedras»

- Casi ha pasado una semana desde los récords. ¿Qué siente después de tener unos días más para asimilar lo conseguido?

- Después de realizar una marca viene un bajón. En los días posteriores se me vacían las fuerzas. Además, en las marcas anteriores solía tener dos días de descanso, pero esta vez no. El domingo tuve que ir a Lazkao a una exhibición, el lunes tuve otra en Legazpi y sin tiempo para descansar me ha llegado la debilidad. Los nervios también me pasan factura.

- ¿Acusa mucho los nervios?

- Antes de realizar el récord en la plaza, un harrijasotzaile ya lo ha logrado en casa, pero no te llega el debilitamiento posterior en las piernas. Esta vez en los intentos que realizaba en los entrenamientos asentaba muy bien las piernas y en cambio en Idiazabal no las podía asentar bien y todo eso me ha pasado factura y lo estoy notando en los días posteriores.

- ¿Qué es lo que más le duele?

- Lo peor está siendo el cuello debido a la alzada a una mano. Lo tengo destrozado. En las exhibiciones también me están pidiendo levantamientos a una sola mano y estar tres días consecutivos haciendo alzadas así pasa factura. El martes tuve una sesión de masaje, pero hasta he tenido mareos.

- Seguro que el éxito de haber logrado la gesta ayuda a sobrellevarlo

- Eso sí. He terminado muy a gusto con lo conseguido. Pensaba que realizaría tres alzadas, dos con la de 163 kilos y una con la de 118 o a la inversa y al final resultaron dos con cada una. No pudo salir mejor.

- Y eso que a una mano el primer intento no fue válido

- Con una mano la primera alzada siempre es nula. Arriba no le he tomado todavía la medida a la piedra y a la fuerza. A Joseba Ostolaza le pedí en el calentamiento que me dejara realizar un intento a una mano para calcular cómo controlar la piedra, para cogerle la medida, al menos trayéndola al pecho. Y me dijo que no. Así, en el primer intento la empujé demasiado. Para el segundo intento ya sabía cuál debía ser la fuerza que debía imprimir en los golpes a la hora de igualar la piedra. Además, antes había hecho el registro con la piedra grande a dos manos y claro, al principio das un golpe como si fuera del mismo tamaño y se descontroló. Como siempre lo hago, no me puse para nada nerviosa, las dos siguientes alzadas salieron muy bien. Me quedé a gusto.

- Al terminar, aseguró que la primera alzada a dos manos le pareció una chapuza

- Normalmente, acudes a la plaza con las sensaciones de casa, y eran que levantaba la piedra firme, sin titubeos. Traía la piedra a la cintura y las piernas estaban quietas, la traía al pecho, e igual. En cambio, en la plaza traje la piedra al pecho y notaba que las piernas se me iban hacia adelante, le di el primer golpe y lo mismo. Le comenté a Joseba que me estaba moviendo y me dijo que no. La sensación fue de que no le cogía la medida al cuerpo. En mi interior pensaba que el levantamiento fue una chapuza y Ostolaza me decía que fue elegante. Después lo vi en el vídeo y fue una alzada buena.

- ¿Porqué no es lo mismo levantar en casa que en la plaza?

- Son los nervios. Esta vez eran dos récords y la presión era todavía mayor. Había cogido un trabajo grande, imponente. En casa había entrenado bien y eso nos dio confianza en nuestras fuerzas y capacidades, pero el día fue exigente. Por fortuna todo salió muy bien y terminamos satisfechos.

- ¿Y ahora qué?

- Ahora tengo exhibiciones por todos los lados. Sin contar los récords, esta semana tengo cinco exhibiciones. A las dos que ya he hecho en Lazkao y en Legazpi hay que sumarles otras tres que realizaré entre ayer y hoy. En honor a la verdad, la agenda todavía no se ha llenado mucho y es ahora cuando empieza a moverse el tema de las exhibiciones.

- Y la gente demandará a Idoia Etxeberria

- Sobre todo se piden chicas. Da igual que sea levantando piedras, que cortando troncos, con txingas, en giza proba o en tronza... demandan presencia de mujeres. Hemos conseguido encender una mecha y para cualquier competición o exhibición la gente quiere ver a las chicas. No solo eso, sino que se pide que vayan dos chicas para que compitamos entre nosotras, aunque eso ya es más difícil en mi caso.

- Habrá que animar a las mujeres a que prueben en el deporte rural

- Sin duda. Para nosotras es muy bueno y nos alegra mucho. Hablas con muchos chicos e igual a lo largo de todo el verano te dicen que solo han realizado cuatro competiciones y en cambio nosotras hemos realizado cuatro en dos días. Mi hermano menor acaba de empezar en este mundillo levantando piedras y veo que entrena mucho, pero cuesta que salgan a la plaza porque no son tan demandados.

- ¿Hay discriminación en los herri kirolak hacia las mujeres?

- Nunca lo he padecido, ni me han llegado comentarios machistas o que menosprecien. Ha solido pasar que se acerque un aitona mayor a un juez y le haya comentado que eso no es un deporte para mujeres, pero a mí directamente jamás me ha recriminado nadie nada.

- ¿La apuesta entre Irati Astondoa y Alatzne Etxaburua ha animado a la gente?

- Sin duda. Ver a dos chicas medirse en una apuesta de sega y de aizkora atrae mucho. A mí ya me han solido preguntar para cuándo una apuesta, pero levantando piedras no hay chicas para un desafío. Cortando troncos y cortando hierba ya hay un número apreciable de mujeres, pero no levantando piedras. Hemos aparecido con cuentagotas.

- ¿El camino de las apuestas está aparcado?

- En estos momentos veo imposible que vaya a tener apuestas. Mi carrera como harrijasotzaile está enfocada a las marcas. Campeonatos tampoco podemos realizar. Solo estamos Estitxu Almandoz y yo. Ella ha elegido el camino de las exhibiciones y también está realizando algunas marcas. Cada una vamos por caminos diferentes y si surge de nuevo la posibilidad de retomar los campeonatos (hay que recordar que Idoia es campeona de Euskadi en sus dos participaciones en 2010 y 2014) lo haremos.

- ¿No realizará ninguna marca en verano?

- El año pasado ya realicé el récord de 157 kilos en verano, en Alegia, pero no es lo normal. La cabeza no está centrada, ya que estás a mil cosas diferentes. Una semana antes estás levantando la copa de 88 kilos, luego una combinada con la bola... y a la semana siguiente tienes que realizar la marca máxima y te preguntas qué estás haciendo. Esta vez lo hemos hecho mejor. Y en verano puedes realizar cualquier tipo de trabajo sin tener que comerte la cabeza.

- O sea que ahora solo tendrá exhibiciones...

- Sí, además la semana pasada nos han llamado para volver a Boise, en Estados Unidos. El año pasado ya estuvimos diez días entre julio y agosto. La experiencia fue increíble. Los abuelos de allí no daban crédito a lo que veían. No pudimos llevar piedras de aquí y utilizamos las que había allí. Las mías eran de 100 y 125 kilos y alucinaban cómo podía una mujer manejar esas piedras.

- Este año volverán a alucinar

- Todos los años deben hacer un festival donde se representa a un país y Euskal Herria está dentro del programa y vamos cuatro chicas, Karmele Gisasola, hija de Zelai, dos chicas que suele tirar en sokatira y yo. Las piedras me las va a dejar Zelai y estaremos quince días, cinco más que el año pasado. Esta vez vamos el 26 de junio y volvemos el 11 de julio.

- ¿Le suelen llamar de otros puntos del Estado?

- Me siento muy a gusto en las exhibiciones en los pueblos y no tanto en los grandes eventos. En la inauguración de la Capitalidad Cultural Donostia 2016 no estuve, porque me siento incómoda, tampoco acudo cuando nos llaman de Málaga o Madrid. Prefiero moverme en los barrios y en los pueblos cercanos y pequeños, hablar con los aitonas y amonas del lugar y volver a casa.

- ¿Cómo le van los estudios?

- Estoy estudiando Gestión Forestal en Zizurkil. Me ha quedado una asignatura pendiente con un 4,2 (se ríe). Si hubiera aprobado todo me hubiera tocado hacer las prácticas en plena preparación de las dos marcas y por ese lado no me ha venido mal. Y ahora tengo la reválida. El tema de las piedras me ha salido bien, ahora hay que ver qué tal me sale el tema de los estudios. A final de mes lo veremos.

- También realizó Magisterio

- Realicé un ciclo superior de Educación Primaria. Hice prácticas en la Haur Eskola de Orio. Me encantan los niños y como no sabemos dónde hay trabajo, hay que estudiar lo que a uno le gusta. También me gusta mucho el monte y ahora estoy con la gestión forestal.

- En casa estarán contentos

- El que más, el abuelo. Es mi fan número uno. Mi madre es quien peor lo lleva. No quiere que me dedique a las piedras. Ve el lado positivo, pero también el lado negativo y el problema de posibles lesiones. Y eso no le gusta. 'La estáis rompiendo', les suele recriminar a los de alrededor. Cuando acude a la plaza lo pasa bien, ve que realizo buenos trabajos y se siente a gusto. Pero más de una vez me ha pedido que lo deje. Por lo demás, el padre, el abuelo, los hermanos... todos me animan.

- ¿Cómo comenzó a levantar piedras?

- En unas fiestas de Orio, Pello Saizar, 'Luxarbe', estaba preparando un festival de herri kirolak y había una chica que levantaba piedras. La vi y enseguida le comenté a mi padre que yo quería probar y ahí comenzó todo. Fui a casa y le comenté a mi abuelo que quería empezar a levantar piedras, que lo había hablado con el padre y que estaba de acuerdo. Me dijo que cómo iba a empezar si todavía era una niña. Le dije que empezaría poco a poco con Pello y me animó desde el primer día. Solía comentar que desde pequeña se me notaba que tenía mucha fuerza por cómo jugaba y manejaba a los primos pequeños, y los primos pequeños de nuestra casa no son precisamente ligeros.

- De casta le viene al galgo, ya que usted pertenece a la saga de los Oliden, grandes remeros y hasta harrijasotzailes

- Mi bisabuelo es Batista Oliden, que ganó trece banderas de La Concha y mi abuelo también ganó tres. 'Seguro que llegas lejos', me solía decir y tenía algo de razón, ya que estamos haciendo un camino y a ver si aguantamos. El abuelo no quería que empezara a remar ('al remo no, al remo no'). Me solía decir que el remo entra en la sangre y que él no disfrutaría tanto, en cambio con la piedra es el que más a gusto está. Tras cada entrenamiento suele estar esperándome para preguntar cómo ha ido y qué he hecho. En casa saben mejor que nadie el sacrificio que hay detrás de un récord.

- Orio se relaciona, y con motivo, sobre todo con el remo y más si uno es de Ortzaika, pero también hay tradición de levantadores como Oliden, Atxega, 'Luxarbe'...

- El remo es el deporte que más repercusión ha tenido cuando hablamos de Orio, pero ha tenido muchos deportistas buenos en otras disciplinas y esperemos que siga teniendo buenas cosechas de deportistas.

- A pesar de su juventud ha sufrido algún que otro traspié que a punto estuvo de retirarla del deporte

- En 2013 abandoné todo lo relacionado con la piedra, todo un año entero. Falleció mi preparador, José Ramón Unanue, por una enfermedad repentina. Estudiaba, comía y acudía a donde él a entrenar al polideportivo de Usurbil todos los días y más de dos horas al día. Tal vez entrenábamos una hora, pero hasta que se cumplían las dos horas solíamos estar hablando. Era mucho más que un preparador deportivo, me preparaba para la vida. Falleció en pocos días, en dos semanas, y me entró un bajón psíquico enorme. Dejé todo lo relacionado con las piedras, ni exhibiciones, ni entrenamientos, ni nada... no quería saber nada.

- ¿Cuándo retomó la actividad?

- Me llamó Jose Ignacio Saizar 'Luxarbe' para decirme que tenían pensado organizar el Campeonato de Euskadi y que para hacerlo necesitaban mi confirmación. Hablé con mi hermano Imanol y me dijo que ya tenía a quién dedicarle la txapela. Así empecé de nuevo con las piedras poco a poco.